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Con la llegada del invierno surge la necesidad de mantener los hogares cálidos, y uno de los métodos menos convencionales (pero eficaces) es utilizar el aire acondicionado en modo calor.

Sin embargo, su empleo debe ser cuidadosamente gestionado para evitar gastos excesivos de energía y, por consiguiente, facturas altas.

Es por ello que, con el avance de la tecnología, los electrodomésticos sumaron características innovadoras para optimizar el rendimiento.

¿Cómo optimizar mi aire acondicionado para que no consuma tanto?

Una de estas características poco conocida es la función "Low" que ofrecen algunos aires acondicionados. Está diseñada para reducir la velocidad de funcionamiento del equipo, lo que conlleva un menor consumo.

Al activar esta opción, tanto el ventilador como el compresor operan a un ritmo más lento, permitiendo mantener una temperatura confortable.

¿Cuáles son las ventajas de usar el "modo low"?

  • Reducción del consumo de energía: al disminuir la velocidad de funcionamiento del equipo, se reduce el consumo de electricidad, lo que se reflejará en facturas de energía más bajas;
  • Mantenimiento de un ambiente confortable: la distribución uniforme del calor en la habitación proporciona una sensación de bienestar constante y evita fluctuaciones bruscas de temperatura,
  • Prolongación de la vida útil del equipo: al disminuir el desgaste de los componentes internos, se puede aumentar la durabilidad del aire acondicionado.

Estas ventajas hacen del modo "Low" una alternativa atractiva para optimizar el rendimiento.

Consejos para mantener tu hogar cálido en invierno

  1. Aprovecha la luz solar: mantener las cortinas abiertas durante el día para dejar entrar la luz solar y calentar naturalmente tu hogar.
  2. Aísla adecuadamente: asegurate de que tu casa esté bien aislada para evitar fugas de calor. Revisa las ventanas y puertas en busca de corrientes de aire y sella cualquier espacio.
  3. Optimiza el uso de la calefacción: programa tu calefacción para que la temperatura sea más baja cuando no estés en casa y más alta cuando estés.
  4. Usa alfombras y cortinas gruesas: coloca alfombras gruesas en los pisos y cortinas pesadas en las ventanas para ayudar a retener el calor.
  5. Sella chimeneas y conductos de aire: asegúrate de que las chimeneas estén cerradas cuando no estén en uso y sella los conductos de aire.
  6. Utiliza mantas y capas adicionales: en lugar de aumentar la calefacción, considera usar mantas y capas adicionales para mantenerte abrigado mientras estás en casa.
  7. Revisa y limpia los sistemas de calefacción: antes de que llegue el invierno, asegúrate de revisar y limpiar los sistemas de calefacción, como radiadores y calderas, para garantizar un funcionamiento eficiente.
  8. Cocina estratégicamente: utiliza el horno y la estufa para cocinar durante el día para aprovechar el calor adicional que generan, pero asegúrate de apagarlos cuando hayas terminado.