

La vista es uno de los sentidos más esenciales para nuestra vida diaria. Sin embargo, en plena era digital, se ve cada vez más comprometida por la exposición prolongada a las pantallas. Pasar horas frente a dispositivos electrónicos puede provocar daños visuales a largo plazo.
En este contexto, una alimentación equilibrada cumple un rol clave en la protección de la salud ocular. Entre los nutrientes más beneficiosos se destaca la luteína, un poderoso antioxidante presente en diversos alimentos que contribuye a mantener una visión sana.
¿Cuáles son los beneficios de la luteína en la salud de los ojos?
La luteína es un carotenoide fundamental para la salud visual, ya que constituye el principal componente del pigmento de la mácula, una zona clave de la retina responsable de la visión central.
Su acción antioxidante le permite filtrar la luz azul y neutralizar especies reactivas de oxígeno, protegiendo así a la retina del daño lumínico y del desarrollo de trastornos visuales.

Diversos estudios demostraron que la luteína puede mejorar la visión en personas con cataratas y ejercer un efecto protector frente a la degeneración macular asociada a la edad. También se investigó su utilidad en el tratamiento de otras patologías oculares, como la retinosis pigmentaria.
Además, a la luteína se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antidiabéticas, antihipertensivas, antiaterogénicas, antiulcerosas e incluso anticancerígenas. Su inclusión en la dieta también puede contribuir al cuidado de la piel, la mejora de la memoria y la protección cardiovascular.
¿En qué alimentos se encuentra la luteína?
Al igual que la zeaxantina, otro carotenoide que también se acumula en la mácula, la luteína no es producida por el cuerpo humano, por lo que debe obtenerse a través de la alimentación o mediante suplementos nutricionales.

Algunos alimentos que se destacan son:
- Yema de huevo.
- Espinaca.
- Repollo verde.
- Lechuga.
- Albahaca.
- Perejil.
- Espárrago.
- Zanahoria.
- Pistacho.
- Arvejas.
¿Cuáles son las diferencias entre la luteína y la zeaxantina?
La zeaxantina es un carotenoide estrechamente relacionado con la luteína, y ambas sustancias comparten potentes propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y fotoprotectoras. Estos compuestos no solo son clave para la salud visual, sino que también benefician al corazón y la piel.

Tanto la luteína como la zeaxantina se acumulan en la mácula del ojo donde actúan como un escudo natural frente a los daños provocados por la luz. Como el organismo no puede producirlas por sí mismo, es fundamental obtenerlas a través de la alimentación.
En este sentido, un estudio del Grupo de Investigación del Estudio de Enfermedades Oculares Relacionadas con la Edad (AREDS) demostró que la ingesta regular de suplementos con luteína y zeaxantina puede ayudar a ralentizar la progresión de la degeneración macular en sus etapas avanzadas.
Consejos para proteger la vista a largo plazo
Además de la alimentación, el National Eye Institute aconseja seguir otras estrategias para mantener sanos los ojos. Algunas son:
- Realizar exámenes de los ojos con dilatación de las pupilas: es la única manera de encontrar enfermedades de forma temprana, cuando son más fáciles de tratar y antes de que causen pérdida de visión.
- Realizar actividad física: puede reducir el riesgo de desarrollar problemas que pueden afectar la visión, como la diabetes y la presión arterial alta.
- Usar lentes de sol: el uso de gafas que bloqueen entre el 99 y el 100% de la radiación UVA y UVB puede proteger a los ojos y reducir el riesgo de desarrollar cataratas.
- No fumar: dejar el hábito ayudará a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades de los ojos como la degeneración macular y las cataratas
- Mantenerse al día con el control de enfermedades como la diabetes y la presión arterial alta: estas pueden aumentar su riesgo de padecer algunas enfermedades de los ojos, como el glaucoma.
















