

La Gran Esfinge de Guiza es la guardiana de las pirámides y uno de los íconos más representativos del Antiguo Egipto. Pero también uno de los misterios más fascinantes de la arqueología mundial.
A través de un meticuloso análisis, se ha descubierto que los antiguos egipcios, lejos de empezar desde cero, aprovecharon la erosión provocada por el viento en un monte para dar forma a esta escultura monumental, que a día de hoy es reconocida como una maravilla del mundo.
Con una historia intrigante, este monumento ha cautivado la imaginación de historiadores, turistas y buscadores de misterios. ¡Seguí leyendo y enterate qué dice el estudio sobre la creación de la Gran Esfinge de Guiza!
El secreto milenario de Egipto: la Esfinge Guiza es un león de barro moldeado por el hombre y el viento
La Gran Esfinge de Guiza, esa imponente guardiana de las pirámides, además de ser una maravilla arquitectónica del Antiguo Egipto, es también una obra maestra esculpida por el tiempo y el viento.

Según un artículo de The Conversation, este colosal monumento lleva más de 4 milenios desafiando el paso del tiempo. Se ha mantenido en pie gracias a la habilidad de los antiguos egipcios y a la incansable labor del viento del desierto.
En el vasto y árido Sahara, el viento actúa como un escultor, ya que transporta granos de arena a gran velocidad y modelando el relieve con paciencia y precisión.
Es en este entorno donde nacen los yardangs, formaciones rocosas alargadas esculpidas por la erosión eólica. En ciertos casos, parecen emular figuras de animales recostados en el desierto, a los cuales se les ha denominado mud-lionso "leones de barro".
A continuación, algunos datos sobre esta construcción:
- La construcción de la Gran Esfinge de Guiza data de aproximadamente 4500 años atrás durante la IV dinastía egipcia.
- Es posiblemente el ejemplo más monumental de esta interacción entre naturaleza y humanidad.
- Se cree que los antiguos constructores egipcios eligieron un yardang natural como base para esta escultura.
- Se aprovecharon las formas preexistentes que el viento había esculpido en un monte de caliza fosilífera.

Por otro lado, el monte presentaba estratos con diferentes grados de resistencia a la erosión, lo que facilitó la labor de modelado por parte de los elementos naturales antes incluso de que el hombre interviniera.
- La cabeza de la esfinge, que se cree representa al faraón Kefrén, y la base del monumento estaban compuestas por roca más resistente.
- El cuerpo, con sus capas más blandas y susceptibles a la erosión, fue modelado con mayor facilidad por el viento.
- Así se creó un perfil que evoca a un león sentado, majestuoso y sereno.
- Los trabajadores de la época tuvieron que perfilar la cabeza del faraón y finalizar el cuerpo del león.
- Se añadieron detalles y mampostería donde fue necesario.

Revelaciones en de la ciencia: los misterios ocultos por más de 4000 años de la Gran Esfinge de Guiza
Según The Conversational, en un sorprendente estudio llevado a cabo por investigadores de la New York University, bajo la dirección del profesor Leif Ristroph, se logró recrear en el laboratorio las condiciones erosivas que dieron forma al yardang en el que se basó la monumental Gran Esfinge de Guiza.
Este experimento simuló la acción erosiva del viento en el desierto. Así, se demostró detalles sobre los procesos naturales detrás de la formación de la Esfinge.
Además, también proporcionó información sobre cómo el viento y la erosión pueden modelar paisajes complejos a partir de rocas de distinta dureza.

Con un bloque compuesto por arcilla y plástico, los investigadores imitaron el desgaste erosivo que el viento ejerce sobre las formaciones rocosas. La diferencia en la dureza entre la arcilla, que simula las capas más blandas de la roca, y el cilindro de plástico, representando las partes más duras, permitió observar un patrón de erosión no homogéneo.
Este experimento resultó en la creación de una pequeña escultura que sorprendentemente recordaba a la Gran Esfinge. Se evidenció cómo la erosión diferencial puede llevar a la formación de estructuras naturales de gran detalle y complejidad.
El proceso de erosión observado en el experimento reveló que la parte más dura del modelo (el cilindro de plástico) actúa como un escudo frente a la erosión. De esta manera, configuraría lo que sería la cabeza de la esfinge a escala reducida.
Mientras tanto, la erosión alrededor de estas áreas más resistentes modela las partes restantes de la figura, como el cuello y las patas. Esto crearía una forma general que evoca la silueta de la Esfinge.












