

En esta noticia
Un inesperado descubrimiento sorprendió a un grupo de arqueólogos que se encontraba trabajando a 15 kilómetros de París. Allí, la asociación de Archéologie des Nécropoles con el apoyo del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (Inrap), la Dirección Regional de Asuntos Culturales (DRAC) y el ayuntamiento local, colaboró para desenterrar algo único.
Se trata de un cementerio medieval de origen merovingio, y aunque no es único, sí es el más extenso y mejor conservado jamás visto. Las primeras tumbas fueron identificadas en 2008 y pudieron datar más de mil sepulturas entre los siglos VI y XIII.
Un descubrimiento único: encuentran más de 400 tumbas que cambian la historia de Europa
Las excavaciones realizadas entre 2008 y 2024 permitieron reconstruir una historia que se había perdido en el tiempo. El pueblo Noisy-le-Grand aparece en los textos como una villa real, pero las tumbas encontradas cuentan otra historia.
Los sarcófagos son de diferentes épocas, las primeras muestran algo de riqueza en la zona, pero con el paso del tiempo se empieza a notar un deterioro en la zona.

Las sepulturas se convirtieron en fosas comunes y esqueletos que revelan una comunidad rural típica del medioevo: alta tasa de mortalidad infantil (162 menores de 9 años), equilibrio entre sexos (214 hombres, 160 mujeres) y una esperanza de vida corta.
Tumbas históricas: el hallazgo que permitió conocer la historia de toda una comunidad
Gracias al trabajo de los arqueólogos, se pudo develar las situaciones que esta antigua comunidad debió vivir. Las carencias nutricionales ocasionaron graves problemas de salud, y las heridas de armas demuestran conflictos continuos.

Las tumbas de quienes fueron enterrados luego del siglo VIII tienen patologías óseas que logran probar crisis alimentarias y duras condiciones laborales en la zona. Puede que varios hayan muerto durante la peste justiniana, pero se debe hacer un análisis genético para probarlo.















