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Con el invierno y el cambio de temperaturas, los virus respiratorios están a la orden del día. El Virus Sincicial Respiratorio (VSR) es un nombre que resuena en esta temporada, especialmente en hogares con bebés y adultos mayores.
Aunque muchas veces se confunde con un resfrío común, este virus es un actor principal en las infecciones pulmonares y respiratorias, y conocerlo es fundamental para proteger a los más vulnerables.
Virus sincicial respiratorio (VSR) ¿qué hace en nuestro cuerpo?
El VSR es un virus que ataca directamente los pulmones y las vías respiratorias. Su particularidad es que puede fusionar las células infectadas con las sanas, formando grandes estructuras llamadas "sincicios" (de ahí su nombre). Esto no solo facilita su propagación, sino que también puede dañar el tejido respiratorio.
Si bien en la mayoría de las personas el VSR provoca solo síntomas leves, muy parecidos a los de un resfriado, en grupos específicos puede causar enfermedades respiratorias graves como:
Bronquiolitis: Una inflamación de las vías respiratorias más pequeñas dentro de los pulmones. Es una de las principales causas de hospitalización en bebés.
Neumonía: Una infección pulmonar que afecta los alvéolos, las pequeñas bolsas de aire en los pulmones.
Síntomas del VSR: ¿cómo identificarlo a tiempo?
Los síntomas del VSR suelen aparecer entre 4 y 6 días después de la exposición al virus y, al principio, pueden confundirse con un resfriado. Prestá atención a:
Congestión o goteo nasal.
Poco apetito.
Tos.
Estornudos.
Fiebre.
Sibilancias: Un silbido agudo al respirar, especialmente al exhalar. Este es un síntoma más preocupante, sobre todo en niños.
Irritabilidad o letargo (poca energía) en bebés pequeños.
Si notás estos signos en un bebé o en una persona de riesgo, ¡buscá atención médica urgente!
Dificultad para respirar o respiración muy rápida.
Tos intensa.
Coloración azulada en la piel (labios o uñas) debido a la falta de oxígeno (cianosis).
¿Cómo se contagia y cuándo es más común?
El VSR es un virus muy contagioso. Se transmite fácilmente de persona a persona, principalmente:
Por gotitas respiratorias que se expulsan al toser, estornudar o hablar.
A través del contacto directo, como dar un beso a alguien infectado.
Al tocar superficies contaminadas (picaportes, juguetes, pañuelos) y luego llevarse las manos a los ojos, la nariz o la boca.
Las personas suelen ser contagiosas durante 3 a 8 días, pero los bebés y quienes tienen sistemas inmunitarios comprometidos pueden seguir transmitiendo el virus por hasta cuatro semanas. En Argentina, la temporada de VSR coincide generalmente con los meses fríos, desde el otoño hasta la primavera.
¿Para quiénes es más peligroso el VSR?
El VSR se vuelve peligroso cuando afecta a personas con mayor vulnerabilidad, donde puede llevar a complicaciones serias:
Bebés pequeños y prematuros: Este es el grupo de mayor riesgo. Sus vías respiratorias son muy pequeñas y delicadas, y su sistema inmunitario aún no está completamente desarrollado. Una infección por VSR puede causarles bronquiolitis grave (inflamación de los bronquiolos, las vías respiratorias más pequeñas del pulmón) o neumonía, lo que puede llevar a dificultad respiratoria severa, necesidad de oxígeno suplementario e incluso internación en terapia intensiva. Es la principal causa de hospitalización por enfermedades respiratorias en menores de un año.
Adultos mayores: Especialmente aquellos de 60 años o más, y aún más si tienen otras condiciones de salud como enfermedades cardíacas, pulmonares crónicas (EPOC, asma) o diabetes. En ellos, el VSR puede desencadenar exacerbaciones de sus enfermedades preexistentes, neumonía grave y, en algunos casos, requerir hospitalización.
Personas con sistemas inmunitarios debilitados: Individuos que reciben tratamientos inmunosupresores, que tienen cáncer, VIH/SIDA o que recibieron trasplantes, son mucho más susceptibles a desarrollar una enfermedad grave y prolongada por VSR.
Personas con enfermedades cardíacas o pulmonares crónicas preexistentes: Sin importar la edad, si alguien ya tiene problemas serios en el corazón o los pulmones, el VSR puede descompensar su condición y causar complicaciones graves.
¿Cuáles son los riesgos si la infección se agrava?
Cuando el VSR se vuelve peligroso, los riesgos principales son:
Dificultad respiratoria severa: Las vías respiratorias se inflaman y se llenan de mucosidad, lo que dificulta mucho la respiración. Esto puede requerir asistencia respiratoria (oxígeno, o incluso respirador en casos extremos).
Neumonía: La infección puede extenderse a los pulmones, causando una neumonía viral que puede ser grave.
Deshidratación: La dificultad para respirar y la falta de apetito pueden llevar a la deshidratación, especialmente en bebés.
Hospitalización: Muchos casos graves, sobre todo en bebés y adultos mayores, terminan en una internación para monitoreo, soporte respiratorio y manejo de líquidos.
Complicaciones a largo plazo: En algunos bebés que tuvieron VSR grave, se ha observado un mayor riesgo de desarrollar sibilancias recurrentes o asma en años posteriores.
Se lo considera peligroso no por su letalidad general (la mayoría se recupera), sino por su alta capacidad de causar enfermedad grave en poblaciones vulnerables y la gran carga asistencial que genera en los sistemas de salud, especialmente durante los picos estacionales de contagios.















