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Durante los días lluviosos y húmedos, secar la ropa puede convertirse en una verdadera odisea. Las prendas tardan mucho más en secarse, quedan con olor a humedad y, en muchos casos, pueden dañarse si se recurre a fuentes de calor inadecuadas.
Sin embargo, un método casero y simple conocido como el truco holandés está ganando popularidad por ser una solución práctica, económica y libre de secadoras.
¿En qué consiste el truco holandés para secar la ropa?
Este método tiene su origen en los Países Bajos, donde las lluvias son frecuentes y el uso de secadoras no siempre es accesible. La técnica consiste en utilizar una bolsa de agua caliente cerca del tender o perchero donde se cuelga la ropa. El procedimiento es simple:
- Llená una bolsa térmica con agua caliente.
- Colocala debajo o al lado del tender.
- Asegurate de que el ambiente esté ventilado para facilitar el flujo de aire.
El principio detrás de este truco es físico: el aire caliente puede retener más humedad que el frío, por lo que al calentar el espacio donde se encuentra la ropa, se acelera la evaporación del agua acumulada en las fibras textiles.
Consejos extra para secar ropa en días húmedos sin dañar las prendas
Además del truco holandés, hay otras recomendaciones útiles para mejorar el secado de la ropa dentro del hogar sin depender de secadoras eléctricas:
- Evitá usar calefactores o estufas de forma directa, ya que pueden dañar la tela y generar un riesgo de incendio
- Colocá el tender cerca de una ventana abierta o en un lugar con buena ventilación
- El movimiento del aire es fundamental para evitar la condensación.
- No sobrecargues el espacio de secado. Las prendas muy juntas tardan más en secarse y concentran humedad.
- Dale la vuelta a las prendas una vez que un lado esté seco, para asegurar un secado uniforme.

¿Cómo evitar el olor a humedad en la ropa?
Uno de los mayores problemas en días de lluvia es el olor a humedad que queda impregnado en la ropa. Estos son algunos trucos infalibles para evitarlo:
- Retirá las prendas del lavarropas inmediatamente después del ciclo de lavado. Si quedan muchas horas adentro, la humedad estancada genera mal olor.
- Usá la cantidad justa de jabón líquido, ya que el exceso puede acumularse y favorecer el desarrollo de moho.
- Agregá vinagre blanco o bicarbonato de sodio al lavado. Ambos productos neutralizan olores, pero nunca deben usarse al mismo tiempo
- Lavá con mayor frecuencia toallas, ropa deportiva y prendas que absorben mucho sudor, ya que son más propensas a conservar olores desagradables.
- Limpia el lavarropas regularmente. Un tambor sucio con residuos de jabón o moho también puede transferir malos olores a la ropa limpia.
Ventajas del truco holandés frente a la secadora
Además de ser más económico, el truco holandés tiene beneficios concretos para el cuidado de la ropa:
- No consume energía eléctrica.
- Evita el desgaste prematuro de las fibras textiles.
- Reduce la posibilidad de encogimiento o deformación.
- Disminuye el riesgo de accidentes domésticos por mal uso de estufas.
Secar ropa en días de lluvia ya no tiene por qué ser un desafío. El truco holandés se presenta como una alternativa eficaz y segura para mantener la ropa seca, sin olor y bien cuidada, incluso en los días más húmedos. Combinado con otros buenos hábitos de lavado y ventilación, este método puede marcar la diferencia en el cuidado del hogar.













