

La provoleta es un clásico de los asados argentinos y desde hace un tiempo a esta parte que ha ganado un lugar de máximo protagonismo en las parrillas por su delicioso sabor. Cuál es el secreto para que salga a la perfección y tenga una textura crocante por fuera y suave en el interior.
Cómo hacer la mejor provoleta en la parrilla
Este tipo de queso es un clásico argentino y su presencia en la parrilla está marcada a fuego. Sin embargo, a veces puede suceder que se derrita en exceso o se pegue, por lo cual es importante conocer todos los detalles en su preparación para que salga de maravilla.

Paso a paso: cómo hacer la mejor provoleta
- Lo primero que se debe hacer para lograr un resultado único en la provoleta es dejarla reposar a temperatura ambiente durante 2 o 3 horas. La humedad del aire generará que se forme una capa en el exterior que aportará una textura más crocante en ambos lados.
- Mientras la provoleta se deja fuera del frío, es momento de pasar a la parrilla. Para esto es importante tener un buen fuego y tener las brasas en su máxima temperatura.
- Para la cocción es importante que tanto los fierros de la parrilla o de la provoletera que se utilizará estén bien calientes. Si se utiliza una provoletera de hierro, se recomienda untarle un poco de aceite para que sea más fácil de maniobrar.
- Cuando la provoleta se manda al calor, sea en la parrilla o en la provoletera, que puede estar sobre un colchón de brasas, se debe tener a fuego fuerte y es importante mantenerlo para que la cocción sea pareja y la capa crocante externa se forme rápidamente.

- Al cabo de 5 a 10 minutos, dependiendo la altura a la que se cocina, es momento de darle la vuelta. Con la ayuda de una pinza o un cuchillo y tenedor se debe girar rápidamente para que no se rompa.
- Por último, se tiene que cocinar por la misma cantidad de tiempo o hasta observar que la parte externa se encuentra dorada y firme.
- Al momento de servirla, se recomienda utilizar la misma provoletera de hierro o bien pasarla a una tabla de madera. Para realzar el sabor y hacer un plato mucho más sofisticado, se le puede agregar un toque de aceite de oliva con tomates secos o confitados y hojas de rúcula fresca.
La historia de la provoleta, un clásico argentino
Derivada del queso provolone, la provoleta surgió como un invento argentino hacia fines de la década de 1930 y principios de 1940. El italiano Natalio Alba había inmigrado a la Argentina y decidió combinar el asado con este queso proveniente de su tierra.
El objetivo de Natalio Alba era lograr un queso que pueda derretirse en la parrilla y que pueda acompañar a la perfección a los asados. Para esto realizó una serie de modificaciones en el proceso del hilado del producto que permitieron hacer una verdadera joya gastronómica.













