En esta noticia

Un polémico informe sostiene que la posesión de un felino como animal de compañía incrementa el riesgo de desarrollar esquizofrenia, atribuyendo esta relación a la presencia de parásitos tóxicos transportados por estos animales.

Investigación global

La investigación liderada por expertos de laUniversidad de Queenslanden Australia llegó a esta conclusión luego de analizar 17 estudios en un metaanálisis que abarcó investigaciones realizadas en 11 países, entre ellos Estados Unidos y el Reino Unido publicadas en los últimos 44 años.

Según la pesquisa, las personas expuestas a la presencia de gatos antes de cumplir los 25 años mostraron aproximadamente el doble de posibilidades de desarrollar esquizofrenia.

En el documento, los investigadores plantean que la conexión probablemente se origina en un parásito presente en los gatos domésticos denominado Toxoplasma gondii (T. gondii), el cual puede ingresar al organismo a través de una mordedura.

Riesgos psicológicos

El Toxoplasma gondii, un parásito presente en gatos domésticos se convierte en un intruso silencioso en el sistema nervioso central humano. Los expertos aseguran que desencadena una serie de impactos significativos en la salud mental, manifestándose en:

  1. Penetración neurobiológica: el parásito encuentra su camino hacia el sistema nervioso central, desafiando las barreras del cerebro humano;
  2. Interferencia neurotransmisora: una vez dentro, el Toxoplasma gondii tiene la capacidad de perturbar los neurotransmisores cerebrales, desencadenando cambios sutiles pero significativos;
  3. Alteraciones de personalidad: se observan variaciones notables en la conducta y la personalidad de los afectados;
  4. Síntomas psicóticos emergentes: la invasión del parásito se asocia con la aparición de síntomas psicóticos, generando preocupación sobre los efectos psicológicos a largo plazo,
  5. Riesgo de trastornos psiquiátricos: la conexión no se detiene en los síntomas superficiales, ya que los investigadores alertan sobre un aumento en el riesgo de desarrollar trastornos psiquiátricos graves, incluyendo la esquizofrenia.

Riesgos físicos

Un reciente estudio de la Universidad de Colorado reveló que no solo está relacionado con enfermedades mentales, sino que también podría contribuir al agotamiento, pérdida de masa muscular y otros signos de "fragilidad" en adultos mayores.

Las estadísticas mostraron que entre el 11% y el 15% de la población en los Estados Unidos fueron infectadas en algún momento con T. gondii, y estas tasas son aún más elevadas en las personas mayores, superando el 65% en algunos países. Una vez infectadas, los afectados pueden albergar el parásito de por vida sin ser conscientes de ello.