

- El negocio de los búnkeres se dispara con cada conflicto
- La confesión de Reid Hoffman que reveló todo
- Mark Zuckerberg y su "túnel subterráneo" en Hawái
- Sam Altman y sus misteriosas "estructuras"
- Peter Thiel y el plan fallido en Nueva Zelanda
- Steve Huffman: armas, motocicletas y cirugía láser
- Palmer Luckey y su colección militar subterránea
- El negocio millonario del miedo
- ¿Paranoia justificada o síntoma de una época?
Mientras el común de los mortales podría ponerse a ver un video de meditación o hacer acopio de comida enlatada durante una crisis, los multimillonarios de Silicon Valley tienen otros planes: búnkeres subterráneos de lujo, arsenales de armas y refugios apocalípticos que cuestan millones de dólares.
La tensión geopolítica mundial ha disparado un negocio que parecía salido de una película de ciencia ficción. Desde Mark Zuckerberg hasta Sam Altman, los CEO más poderosos de la industria tecnológica están invirtiendo fortunas en prepararse para el peor escenario posible.
El negocio de los búnkeres se dispara con cada conflicto
"Cuando estalla una guerra o Estados Unidos bombardea Irán, nuestro negocio se dispara", declaró Ron Hubbard, fundador y CEO de Atlas Survival Shelters, en entrevista exclusiva con Business Insider. Sus palabras reflejan una realidad que pocos conocen: la élite tecnológica está obsesionada con sobrevivir al apocalipsis.
Larry Hall, propietario de Survival Condo, una empresa especializada en búnkeres de lujo, confirmó haber observado un aumento exponencial del interés durante los conflictos geopolíticos recientes, especialmente durante la escalada entre Israel e Irán.

Los números son reveladores: Hall está negociando actualmente la venta de búnkeres por entre 1 y 2 millones de dólares, mientras que los más extravagantes pueden costar decenas de millones. Algunos incluyen piscinas, campos de tiro y hasta boleras subterráneas.
Según Hall, los búnkeres se han convertido en "un nuevo símbolo de estatus de la élite" en la era pospandémica, dejando atrás el tabú que los rodeaba anteriormente.
La confesión de Reid Hoffman que reveló todo
El cofundador de LinkedIn, Reid Hoffman, fue quien destapó la obsesión de Silicon Valley con el fin del mundo. En 2017, declaró a la revista New Yorker que, bajo su punto de vista, más de la mitad de sus compañeros multimillonarios de Silicon Valley ya se habían comprado algún tipo de refugio apocalíptico.

Esta revelación puso en evidencia una cultura del miedo que se había extendido silenciosamente entre los magnates tecnológicos, quienes ven en sus fortunas no solo poder, sino también una responsabilidad de supervivencia.
Mark Zuckerberg y su "túnel subterráneo" en Hawái
El CEO de Meta nunca confirmó oficialmente tener un búnker de supervivencia, pero en un episodio reciente del pódcast "This Past Weekend w/ Theo Von", Zuckerberg reconoció que tiene un "túnel subterráneo" en su rancho de Hawái.
La investigación periodística reveló más detalles: en 2023, Wired informó que Zuckerberg estaba construyendo un refugio subterráneo de 465 metros cuadrados en su propiedad. Un año después, Hawaii News Now reportó que los documentos oficiales incluían un "refugio contra tormentas" de casi 420 metros cuadrados.
Durante una entrevista con Bloomberg en diciembre, el fundador de Facebook intentó minimizar los rumores, comparando el espacio con "un sótano normal". "Únicamente hay un montón de espacio de almacenamiento y, no sé, llamalo como quieras, un refugio contra huracanes o lo que sea", comentó. Sin embargo, agregó que se había "exagerado mucho" la idea de que todo el rancho fuese un búnker para el fin del mundo.
Sam Altman y sus misteriosas "estructuras"
El CEO de OpenAI también negó tener búnkeres, pero admitió contar con algunas "estructuras" sin especificar detalles. Durante un evento de WSJ Tech Live en 2023, Altman señaló que ninguna de ellas sería útil si la inteligencia artificial "sale mal", una declaración que genera escalofríos considerando su posición en el desarrollo de IA.
En 2016, el ejecutivo reveló al New Yorker que tiene un terreno en Big Sur, California, al que podría volar "si fuese necesario". Pero sus preparativos van más allá de bienes raíces: Altman confesó tener "armas, oro, yoduro potásico, antibióticos, pilas, agua y máscaras antigás del Ejército de Defensa de Israel".
Peter Thiel y el plan fallido en Nueva Zelanda
El cofundador de PayPal intentó construir un complejo de 10 dormitorios en Nueva Zelanda, pero el gobierno local rechazó sus planes tras las quejas de los ecologistas. Muchos sospechaban que parte de la finca estaba destinada a ser un búnker para el fin del mundo.
La elección de ubicación llamó la atención de Larry Hall, quien se quedó "pasmado" por las decisiones de estos multimillonarios. "California y Nueva Zelanda se encuentran cerca de fallas tectónicas activas. Son los dos lugares donde no se deben construir búnkeres y, sin embargo, estos multimillonarios están construyendo en esos dos lugares", expresó el experto.
Steve Huffman: armas, motocicletas y cirugía láser
El CEO de Reddit llevó sus preparativos a un nivel extremo. En entrevista con New Yorker, Huffman admitió haber comprado armas, munición y motocicletas para estar preparado. Pero su medida más drástica fue someterse a una cirugía láser ocular en 2015 con la esperanza de mejorar sus posibilidades de supervivencia.

La lógica detrás de esta decisión es escalofriante: en un mundo post-apocalíptico, no habría optometristas disponibles para reparar anteojos rotos.
Palmer Luckey y su colección militar subterránea
El fundador de Oculus y Anduril no se considera un "prepper", pero posee una considerable colección de vehículos militares antiguos y silos de misiles fuera de servicio que se extienden bajo tierra.
"Lo guardé en una de mis bases de misiles, a 60 metros bajo tierra", explicó Luckey a Bloomberg, refiriéndose a lo que asegura es la mayor colección de videojuegos del mundo. La ironía no pasa desapercibida: el creador de realidad virtual almacena juegos en un búnker real.
El negocio millonario del miedo
Larry Hall reveló que los acuerdos con importantes líderes tecnológicos le han ayudado a hacer crecer exponencialmente su negocio. "A mucha gente le gusta vivir de forma vicaria a través de lo que hacen los demás", comentó el empresario.
Hubbard estima que la mayoría de los multimillonarios tienen algún tipo de refugio en sus casas, aunque son relativamente pocos los que cuentan con búnkeres extremadamente extravagantes que cuestan decenas de millones de euros.
¿Paranoia justificada o síntoma de una época?
La obsesión de los líderes tecnológicos con el fin del mundo refleja una paradoja fascinante: los mismos hombres que están construyendo el futuro digital son quienes más temen su colapso.
Desde pandemias hasta conflictos geopolíticos, desde el cambio climático hasta la inteligencia artificial descontrolada, estos visionarios ven amenazas por todas partes. Y a diferencia del resto de la humanidad, tienen los recursos para hacer algo al respecto.
Los búnkeres de lujo no son solo refugios; son símbolos de una nueva aristocracia que se prepara para gobernar después del apocalipsis. La pregunta que queda es si esta preparación extrema es una precaución inteligente o el síntoma de una desconexión peligrosa con la realidad del ciudadano común.
En un mundo donde la desigualdad alcanza niveles históricos, ver a los más privilegiados preparándose para abandonar el barco resulta, como mínimo, inquietante.
















