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Día a día el calentamiento global revela su amenazadirecta hacia la humanidad. Los deshielos, las sequías y las catástrofes naturales son un ejemplo de ello. Ahora, científicos y revisores gubernamentales encienden alarmas ante la posible pérdida de una de las reservas de agua dulce más importantes del planeta.
Se trata del glaciar de Baltoro, una vasta región de montañas en Asia que los científicos apodaron como el "Tercer Polo" o Torres de agua asiáticas, ya que es un afluente de aguapara los diez ríos más importantes de dicho continente; entre ellos el Ganges, el Amarillo, el Yangtsé, y el Mekong, entre otros.
¿Cuál es el tercer polo?

Aparte de la Antártida y el Ártico, la Tierra posee otro gran territorio helado que abarca un área de 100.000 kilómetros cuadrados y contiene más de 50.000 glaciares en su interior. Estamos hablando de la región montañosa que recorre las cordilleras del Hindú Kush, el Himalaya y la meseta tibetana, en Asia.
El llamado Tercer Polo es de gran relevancia, ya que abastece de riego, agua dulce y energía a gran parte del continente oriental. Particularmente, el territorio se distribuye a lo largo de ocho países: Afganistán, Pakistán, China, Nepal, India, Bután, Bangladesh y Myanmar.
Cabe destacar que en esta meseta se ubican 14 de las montañas más altas del mundo, entre ellas el Everest.
Calentamiento global: el Tercer Polo se derrite
En el último siglo, el deshielo de la región montañosa se intensificó a niveles preocupantes. Según un estudio de 2020 de la Organización Meteorológica Mundial, el Tercer Polo se calentó 1,8 °C en los últimos 50 años y, con ello, las temperaturas anuales y estacionales.

Como consecuencia, la tercera reserva de agua dulce más grande del planeta está desapareciendo. Se estima que entre el año 2000 y 2016, el territorio perdió 16,3 macizos de hielo.
¿Qué pasa si se derrite el hielo del Tercer Polo?
Casi una cuarta parte de la población mundial depende del agua que proporciona el Tercer Polo. Es un universo de 1.900 millones de personas cuyos alimentos, sistemas de higiene y servicios están condicionados por el estado de la región montañosa.
La desaparición de los glaciares se traduce en escasez de agua, menos capacidad para generar energía y menos disponibilidad para el regadío. Además, pone en juego la armonía social. Una crisis de tal magnitud deriva en conflictos regionales, grandes migraciones y, según algunos expertos, esto daría inicio a una guerra por el agua aún más intensa.













