La provincia de Santa Fe vivirá este domingo una de sus más intensas elecciones, en las que parecen dirimirse resultados para todos los niveles de gobierno, y cuando se cumplen dos semanas del atentado sufrido en el domicilio del gobernador Antonio Bonfatti.

Encabezan las listas de candidatos a diputados dos ex gobernadores: el socialista Hermes Binner y el peronista Jorge Obeid (Frente para la Victoria), y un ex outsider de la política que dio el batacazo hace dos años, cuando la provincia elegía gobernador. Miguel del Sel vuelve a ser la figura para representar al PRO en la provincia litoraleña.

La contienda más inmediata es la legislativa. Más de 2,5 millones de santafesinos estarán en condiciones de elegir representantes para las nueve bancas de diputados que se ponen en juego de las 127 que se renuevan en la cámara a nivel nacional, con una clara hegemonía del partido gobernante, el Frente Progresista Cívico y Social, cuyo candidato cabecera, Binner, es además, uno de los presidenciables para 2015.

De repetir el resultado de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) esta fuerza se quedaría con cuatro bancas. Junto con Binner, conseguirían su lugar el presidente del radicalismo, Mario Barletta; la socialista Alicia Ciciliani y el presidente de la Coalición Cívica, Pablo Javkin. Pese a la aspiración de llegar al quinto diputado, en los números el éxito parece, al menos, difícil.

El atentado contra el domicilio de Bonfatti, en principio, suma apoyos personales hacia el actual gobernador, pero no necesariamente tuerce más la balanza hacia la opción por Binner.

El resultado, por su parte, dimensiona también las posibilidades de Binner de aspirar a alcanzar el sillón de Rivadavia dentro de dos años.

Con la descontada victoria del partido gobernante, del Sel y Obeid se concentraron en quitarse votantes entre sí.

En las PASO, Del Sel se impuso como segunda fuerza, repitiendo su desempeño en 2011, cuando casi se convierte en el gobernador santafesino. Compite con un Obeid aprobado como candidato casi de apuro, heredando la investidura que pesaba, literalmente, sobre Agustín Rossi, hoy ministro de Defensa.

Tras las PASO, Obeid tuvo más tiempo, pero una profunda soledad a nivel de respaldo nacional, sólo interrumpida por el paso fugaz del gobernador bonaerense, Daniel Scioli junto a sus pares Sergio Urribarri (Entre Ríos) y Juan Manuel Urtubey (Salta) por la provincia, una semana atrás. Todo indica que la segunda fuerza seguirá teñida de amarillo y el PRO obtendrá tres bancas, relegando al FpV al tercer lugar, con dos sitios en la Cámara baja, que puede ser uno si alguna de los otras dos fuerzas logra sumar mayor porcentaje de votos afirmativos.

De esa diferencia también saldrá delineada otra contienda, la del ejecutivo provincial, que entra en juego ya para 2015.