

A partir de hoy los ojos del mundo estarán puestos en Brasil. El anfitrión del Mundial 2014 buscará su triunfo en la Copa del mundo en un año donde el gobierno de Dilma Rousseff se jugará su continuidad en el poder en las elecciones de octubre. A horas del inicio del partido inaugural, las protestas sociales en contra del mayor evento deportivo del mundo se intensifican. El embajador de Brasil en Buenos Aires, Everton Vieira Vargas, hizo su análisis para Cronista.com. Afirmó que, pese a todo, el país está preparado para ser sede de los juegos y que nada empañará el inicio del evento. Vieira Vargas aseguró que los resultados de la Copa Mundial compensarán los altos costos de inversión, uno de los principales reclamos de los manifestantes.
¿Qué lectura general hace el Gobierno de las protestas contra el Mundial?
- La gente se fue apartando de las manifestaciones a partir del momento en el que se fueron infiltrando grupos violentos. Esto ya se ve desde el año pasado. Lo que se vio durante las últimas semanas fueron movilizaciones sectoriales, paros de algunos grupos de trabajadores que buscaban obtener incrementos salariales y marchas de movimientos sociales como los sin techo, en San Pablo. El Gobierno buscó dialogar con todos los grupos y trató de asegurar el derecho legítimo a manifestarse en un marco pacífico y democrático.
- El paro del subte de San Pablo fue catalogado por el Gobierno como "extorsivo" pero los empleados planean tomar nuevas medidas en el inicio del Mundial. ¿Puede reabrirse el conflicto?
-El paro del subte de São Paulo fue resuelto después de que la Justicia lo consideró abusivo, y los trabajadores han respetado la decisión, con lo que creo que no hay riesgo relevante y todos podremos celebrar a partir de ahora el inicio del Mundial y un fixture cargado de grandes partidos a partir de hoy.
- ¿El Gobierno incurrió en gastos excesivos para organizar la Copa?
- Un megaevento deportivo, como el Mundial de Fútbol o los Juegos Olímpicos, supone inversiones importantes, pero también un retorno igualmente importante, además de obras que quedan para la población. De los U$S 12 mil millones invertidos para el Mundial, U$S 8,5 mil millones fueron para obras de infraestructura, como aeropuertos, vías públicas, transporte público, y modernos centros de monitoreo de seguridad pública, entre otras cosas que van a mejorar la calidad de vida de la población. Si hablamos de la inversión en los 12 estadios, de U$S 3,6 mil millones, mitad de la cual son préstamos que los responsables de los estadios van a pagar, hago una comparación: si tomamos como punto de partida el año 2010, cuando empezaron gran parte de la obras, Brasil invirtió en salud y educación, en ese mismo período, cien veces más que la suma invertida en los estadios. Para una economía de dimensiones como la brasileña, considero que ser sede del Mundial y los Juegos Olímpicos de Río, en 2016, es un buen negocio para todo el país.
- ¿Cuánto calcula el Gobierno que será el retorno económico?
- Hay estimativas distintas, pero mencionaría un estudio reciente de una fundación brasileña importante, FIPE, según la cual el impacto positivo del Mundial para la economía brasileña puede llegar a ser equivalente a la inversión total, que fue de U$S 12 mil millones;
- Este año hay elecciones presidenciales. ¿La performance de Dilma puede mejorar mucho si el resultado de la organización de la Copa es positivo, no?
- No creo que haya una relación directa, pero ser anfitrión de un evento de esa magnitud influye en el humor social, como demuestra la historia, que tuvo en los Juegos Olímpicos de Verano de Londres su capítulo más reciente. Como creo firmemente en nuestra capacidad de organización y en la madurez de la democracia brasileña, me parece que los megaeventos pueden ser parte del debate, pero en un marco de muchos temas relevantes para el futuro de Brasil.












