Sobre la hora misma del debate en el Senado sobre la reforma al régimen del Código Civil para dar status matrimonial a las uniones homosexuales, es del caso recordar que la Iglesia hizo oír su voz y sus argumentos desde hace ya tiempo, tanto individual como colectiva e institucionalmente.

En su declaración del 5 de noviembre último, titulada “La heterosexualidad como requisito para el matrimonio no es discriminar , la Comisión Permanente del Episcopado observaba que, por ejemplo, “no sería posible educar la sexualidad de un niño o de una niña sin una idea clara del significado o lenguaje sexual de su cuerpo .

“Estamos -añadía ese texto-ante una realidad que antecede al derecho positivo y, por lo mismo, es para él fuente normativa en lo sustancial .

El 17 de ese mismo mes, los obispos de la ciudad de Buenos Aires dieron a conocer su posición bajo el título “Un serio desapego a las leyes que nos rigen . El párrafo más destacable de ese documento expresa textualmente: “Con frecuencia se ha querido asociar erróneamente el término “matrimonio con el sacramento católico del mismo nombre, sin tener en cuenta que el vocablo, y la realidad que quiere expresar, fue consagrado por el Derecho Romano muchísimo antes de que el cristianismo apareciese en la historia de la humanidad .

Finalmente, el pasado 24 de febrero el Arzobispado de Buenos Aires emitió un comunicado en el que, a propósito de algunas decisiones judiciales locales contrarias a la normativa vigente en la cuestión, recordó que “la legislación civil argentina que nos rige (cfr. También la Declaración Universal de los Derechos Humanos, artículo 16; el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, art. 23 inc.2º y la Convención Interamericana de los Derechos Humanos, art. 17 incs. 2 y ss., los cuales tienen jerarquía constitucional desde 1994) regula el matrimonio como una entidad civil integrada por un hombre y una mujer .

En cuanto a los numerosos pronunciamientos individuales de los obispos de todo el país, una selección forzosamente reducida de sus argumentaciones permite anotar por ejemplo que

A- Ningún partido político incluyó el tema del “matrimonio homosexual en su plataforma o sus propuestas electorales de 2007 ni de 2009, sin excepción.

B- No fue la Iglesia Católica la única confesión religiosa que tomó postura clara sobre el asunto: lo mismo hicieron varias denominaciones evangélicas, los musulmanes y una parte del judaísmo.

C- No puede legislarse sobre el matrimonio sin privilegiar los efectos de esa actividad sobre el conjunto de la sociedad, en especial los hijos y sus derechos. El problema no es, por tanto, religioso ni de discriminación, aunque haya interés en que así se le presente a la opinión pública.