El viernes, Guillermo Atarés tiene su quinta clase de chino mandarín. “Por ahora, el profesor sólo nos enseñó a pronunciar algunas letras , dice este ejecutivo que, entre lección y lección, lleva las riendas de DPS Automation, una empresa de automatización de cobros que implementa sus sistemas en autopistas, estacionamientos, accesos a estadios y transporte.

En junio, el empresario formó parte de la gira que encabezó el Presidente Néstor Kirchner a China y, junto a otros siete ejecutivos de empresas de software, viajó hasta la ciudad de Zhaoqing, en el cantón de Guangdong, para conocer su centro de desarrollo tecnológico y participar de las primeras reuniones con potenciales socios chinos. “Instalarse por cuenta propia es una locura. La cultura y los tiempos son muy distintos , dice Atarés.

“Hay que tener cuidado, China encandila a cualquiera pero no es para cualquiera , explica Ernesto Krawchik, quien fuera número uno de Oracle y ahora es CEO de IDEA Factory Software, empresa del grupo local BGH. A pesar de que su experiencia en el negocio le obliga a tener cautela, Krawchik señala que la Argentina está preparada para venderle a los chinos sus adelantos tecnológicos. Más aún, el ejecutivo confía en que el país puede ser el socio que actualice al gigante asiático en la carrera que mantendrá con India, el otro monstruo del software. Al igual que el resto de sus colegas, Krawchik está convencido de que es fundamental “encontrar una buena novia rápidamente (en referencia a algún socio estratégico) porque todo el mundo está sobrevolando China .

“No todo es la cantidad, también buscamos calidad , aseguró a El Cronista Sun De, vicealcalde de Zhaoqing, China, durante su visita a Buenos Aires esta semana. “La Argentina siempre fue fútbol y Maradona pero ahora conocemos su arquitectura, su cultura y sus ganas de hacer software , afirma el funcionario.

A pesar de que desde el Gobierno esperaban que, para estos meses, ya hubiera firmas locales en el Centro de Desarrollo de Software de Zhaoqing, las empresas consultadas aún están definiendo sus planes de negocio. “Nuestro sector es netamente Pyme, no podemos apurarnos , dice Javier Cami Alvarez, CEO de E-volution, una compañía que desarrolla programas de fidelización online y páginas web, que también fue de la partida presidencial.

Piratería a la China

La dudosa defensa de la propiedad intelectual y la piratería son los miedos más recurrentes en las empresas locales. “China mejoró sus leyes pero es cierto que todavía existen fallas en la aplicación , aceptó el abogado chino Linfei Liu, que fue invitado al país por el Estudio Marval, O’Farrel & Mairal para dialogar con sus clientes. “Suerte que yo vendo creatividad. Si tuviera productos estaría muy preocupado , dice Cami Alvarez.