La Mansión de los Alzaga Unzué -una de las familias más aristocráticas de la Argentina de principios del siglo XX- que actualmente pertenece a la cadena hotelera Four Seasons Hotel, fue totalmente restaurada.

Ubicada en sobre la calle Cerrito en su cruce con Posadas, es un de los edificios históricos de mayor valor de la Ciudad de Buenos Aires. Una muestra cabal de lo que significó la Belle Epoque de la Argentina de principios de siglo.

Se construyó por encargo de Félix Saturnino de Alzaga Unzué, un aristócrata porteño de alto vuelo, entre los años 1916 y 1920 y es obra del arquitecto inglés Roberto Prentice, llegado a estos pagos para realizar obras en ferrocarriles. Como otras grandes obras de arquitectura en la Argentina de esos tiempos, la casona se realizó en un estilo francés, tipo Luis XIII.

En 1989 fue vendida a la cadena Hyatt, que decidió transformarla en un hotel de lujo, para luego construir una torre en el parque de la casa, de manera de sumar habitaciones y comodidades.

A pesar de la tranformación, la antigua vivienda -protegida como patrimonio de la ciudad- mantuvo su su estructura y lujo, aunque -paso del tiempo mediante- fue deteriorándose.

Entonces la cadena Four Seasons, su actual administradora, se decidió a poner a punto a esta joya de la abuela-Buenos Aires. Y para ello se contrató a los arquitectos Francisco López Bustos y Marcela Carvajal, dos especialistas en interiores.

El trabajo, que demandó cuatro meses, se realizó durante 2007 y demandó una inversión total de u$s 1 millón.

Un elemento que destacan en el hotel fue la oportunidad de proveer a La Mansión de tecnología de última generación, necesaria en hoteles de esta categoría y así, sumar lujo al glamour del lugar para que siga siendo paso obligado para las estrellas del espectáculo mundial y para grandes eventos de las empresas.