

La revocatoria de la exclusión de Cuba de la Organización de Estados Americanos (OEA) no modificó el rechazo del gobierno de La Habana a reingresar al organismo, pero reavivó el reclamo regional por dar punto final, en el marco de la ONU, al bloqueo comercial que impone Estados Unidos.
El presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, consideró ayer una “gran victoria para Latinoamérica la decisión de la OEA de dejar sin efecto la exclusión de Cuba, pero insistió en aclarar que lo votado en la asamblea de San Pedro Sula, en Honduras, no cambia “el criterio de la isla sobre la entidad.
En una histórica decisión, las 34 representaciones de los países miembros de la OEA aprobaron el miércoles, por consenso y por aclamación, la anulación de la resolución de 1962 que dispuso la exclusión de Cuba del sistema interamericano en represalia por la revolución marxista-leninista que encabezaba su entonces presidente Fidel Castro. Ahora el regreso depende de que La Habana lo solicite.
“¿Cuántas veces debemos decirlo? Lo que ha pasado ayer en la OEA no modifica en nada nuestro criterio de rechazar cualquier membresía a un organismo que, dijo, “traicionó durante décadas los intereses latinoamericanos en favor de Estados Unidos, enfatizó el presidente del Parlamento.
En la única voz oficial conocida hasta el momento en Cuba, Alarcón expuso que “decenas de cancilleres del continente han resuelto lo que puede llamarse un atavismo, una medida completamente anacrónica y lejana de la realidad. Los hechos ya se habían adelantado en América latina al rechazo de tales dogmas .
En la misma línea de reclamo por el fin del embargo comercial a la isla, se manifestaron ayer los dos máximos aliados de Fidel Castro en la región: Evo Morales y Hugo Chávez. “Si EE.UU. de verdad quiere hacer historia, que levante el embargo , reclamó el presidente de Bolivia.
Enojo de anticastristas
Mientras tanto en Washington, el senador demócrata estadounidense Bob Menéndez reiteró ayer su advertencia de que si Cuba regresa a la Organización de Estados Americanos (OEA), el Congreso de EE.UU. debe replantear su apoyo financiero a ese organismo regional.
Menéndez, al igual que otros legisladores de origen cubano-estadounidense, condenaron enérgicamente la resolución adoptada el miércoles por la OEA y la consideraron una “traición . Dijo que si el organismo permite el eventual reingreso de Cuba, “entonces el Congreso de EE.UU. tiene que hacer la pregunta de si queremos pagar el 60% del presupuesto de la OEA, cuando se ha apartado de la democracia, el respeto de los derechos humanos y del compromiso con la ley .
Menéndez es miembro del Comité de Asuntos Exteriores y el hispano de mayor rango en el Senado de Estados Unidos.










