Entre este año y el próximo, Arcor desembolsará más de 170 millones de dólares en la región, según anunció Luis Pagani, presidente de la compañía alimentaria cordobesa, en una entrevista que publica la revista Apertura. La inversión será destinada principalmente a plantas, maquinaria y adquisiciones, aunque sobre este último punto el ejecutivo se excusó de dar precisiones por el momento.

“Estamos construyendo una fábrica en el nordeste de Brasil, otra en México, y también hay nuevos proyectos para la Argentina , comentó Pagani. La expansión regional es el principal desafío de la empresa, que ya cuenta con cuatro plantas en territorio brasileño, tres en Chile y una en Perú.

Según Pagani, la misión de la compañía de Arroyito, la mayor productora de caramelos del mundo, es convertirse en líder en América latina. “Para eso, en estos últimos años estamos incrementando la presencia en Brasil y México, ya sea vía adquisiciones o alianzas, como la que acabamos de cerrar con Bimbo , dijo Pagani. Arcor está implementando una segunda fase del convenio de distribución exclusiva de Bon-o-Bon que firmó con la panificadora en el país azteca, que comprende la construcción de una nueva fábrica, que sería de golosinas.

Nuevos negocios

Por otra parte, Pagani planea extender a los países fronterizos el negocio de los helados industriales, segmento en el que Arcor ingresó el año pasado, con la incorporación como socio estratégico de la local Ice Cream, que tiene una capacidad de producción de 30 millones de litros anuales. Tras la operación, que le demandó una inversión de u$s 40 millones, la empresa se puso muy activa y logró instalar sus heladeritas en unos 30.000 kioscos, competencia que a su vez movilizó a la líder indiscutida del mercado Frigor (perteneciente a la suiza Nestlé) el año pasado. El resultado fue que el consumo de helados industriales creció alrededor de un 20% en facturación el año pasado, hasta rondar los 600 millones de pesos, pese a la retirada del negocio de Kibón, la marca de la anglo-holandesa Unilever.

“Estamos previendo extenderlo a otros países , dijo Pagani acerca de este negocio. “El balance es más que satisfactorio y estamos aprendiendo. Ayudó el marco competitivo del rubro (en el sentido de que hubiera un solo jugador de peso), y eso nos dio una gran recepción entre comerciantes y entre la juventud, donde el producto pegó muy fuerte , señaló.

El ejecutivo se mostró cauto respecto de la adquisición de Benvenuto, la firma dueña de La Campagnola, anunciada a fin del año pasado, ya que la operación, que rondó los u$s 40 millones, aún se encuentra sujeta a la aprobación de las autoridades regulatorias argentinas y brasileñas. De concretarse –algo que nadie duda debido a las características del negocio–, la empresa mediterránea debutará en el segmento de conservas de pescado, e incorporará las líneas de conserva de tomates, hortalizas, legumbres, dulce de leche y mermeladas de las marcas La Campagnola, Salsati, Nereida, BC, Poncho Negro, La Vendimia y La Cuyana. Además, con los 2.000 empleados que sumará, Arcor pasará a contar con una dotación de 20.000 personas, entre oficinas y 35 plantas (de las que 27 están en la Argentina).

La salida a bolsa de un porcentaje minoritario de la compañía –alrededor del 25%–, intención que estudia desde hace tiempo, todavía está esperando: “Ya somos fiscalizados por la Comisión Nacional de Valores, y estamos esperando que los mercados se tonifiquen para concretarlo. Los plazos no están definidos , explicó Pagani.

La facturación de Arcor, dueña de marcas de peso como Butter Toffes, Top Line, Merengadas, Sonrisas, Traviata y guila, entre otras, creció el año pasado cerca de 37%, hasta rondar los u$s 1.300 millones. La empresa también lideró, por cuarto año consecutivo, el ranking de las 100 mejores empresas en imagen, realizado por la consultora SEL para la revista Apertura, sobre opiniones de periodistas especializados, consultores y empresarios.