El guiño del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, a Javier Milei afirmando que "todas las opciones están sobre la mesa" para respaldar a la Argentina en medio de una turbulencia financiera que encontró paz en la promesa estadounidense, disparó un júbilo inmediato: los bonos y los ADR se dispararon, el S&P Merval ganó impulso, el riesgo país se desplomó y el dólar bajó.
Sin embargo, en Wall Street la mirada es un poco más matizada. Allí, el optimismo porteño se percibe como una expresión de deseos: la realidad subyacente "es frágil, volátil, y la sensación de que todo se ha solucionado está lejos de reflejar la prudencia que imponen los mercados globales".
Los viejos lobos de Wall Street
Robin Brooks, viejo gurú de Wall Street y ex economista jefe del Instituto Internacional de las Finanzas (IIF, en inglés), fue claro al respecto: "El peso argentino se recupera ante los titulares que indican que EEUU podría intervenir para apoyar al peso. Esto está bien y es positivo, pero no cambia la realidad subyacente: el peso está sustancialmente sobrevaluado. Solo un peso que flote libremente puede solucionarlo, no la intervención", deslizó.
En otra de sus publicaciones, el reconocido analista señaló que, la Argentina necesita, "de una vez por todas", dejar flotar al peso. Para el estratega, "el país está donde está hoy porque, una vez más, cayó en la trampa de fijar su moneda al dólar. Por eso, a su juicio el peso vuelve a estar sobrevaluado. ¿Cuántas crisis más harán falta para que la Argentina finalmente aprenda esta lección?", se preguntó Brooks.
Otro que salió al cruce del salvataje del Tesoro a la Argentina fue, Brad W. Setser, economista estadounidense, actualmente Whitney Shepardson Senior Fellow en el Council on Foreign Relations (CFR), un influyente think tank estadounidense, especialista en flujos de capital internacionales, reestructuración de deuda soberana y vulnerabilidad financiera global.
"¿MAGA is now "Making the Argentine Peso Great Again"?"
Setser fue tajante con su publicación y se preguntó: "¿MAGA ahora significa 'Haciendo al Peso Argentino Grande de Nuevo'?". Para el especialista, las compras directas de pesos, una de las alternativas imaginadas por Bessent, serían un uso innovador del Exchange Stabilization Fund (ESF), aunque también arriesgado. "No está claro que el peso pueda mantenerse dentro de su banda actual", sostuvo.
En un hilo más extenso, Setser se explayó un poco más sobre el compromiso de Bessent de ayudar a la Argentina "dentro del mandato" del Tesoro de EE.UU: "Hay una gran diferencia entre que el ESF (ahora "fondo de estabilización del peso") compre pesos para ayudar a la Argentina a defender la banda cambiaria y que el ESF le preste dólares a Argentina (un swap es, de facto, un préstamo) para que el país sudamericano pueda sostener el peso".
Y es que Setser explica que comprar pesos directamente es mucho más arriesgado para su país -y mejor para la Argentina, porque no aumenta la deuda en moneda extranjera-, ya que sería EE.UU quien asumiría las pérdidas si la banda del peso se rompe, "algo bastante posible dado el contexto electoral que se avecina".
Por otro lado, plantea que, prestarle dólares al Gobierno argentino plantea la pregunta de "¿cómo pagará el país a EE.UU, al considerar que ya pidió prestado u$s 14.000 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI) este año y deberá afrontar aproximadamente u$s 15.000 millones en vencimientos de deuda en moneda extranjera en 2026, además de haber estado muy por debajo de su objetivo de reservas del FMI en agosto".
Sestser invita a evaluar el desempeño de manera más integral y a recordar que el objetivo de un programa con el FMI es ajustar la balanza de pagos, no solo las cuentas fiscales.
"En los últimos 12 meses, bajo el mandato de Milei, la Argentina retrocedió en términos de balanza de pagos: quemó reservas, no cumplió con la meta de acumulaciones netas internacionales del Fondo y permitió que la cuenta corriente -más importante que el balance fiscal- volviera a déficit", sentenció.
Finalmente, Mark Sobel, exrepresentante del Tesoro de EE.UU. y exfuncionario por ese país ante el FMI, respondió al hilo de Setser con una advertencia más: "Además, el apoyo externo, aunque pueda ganar tiempo, conlleva el riesgo de financiar la fuga de capitales a menos que la Argentina avance hacia un tipo de cambio flotante de manera oportuna".
La más cruda de Wall Street
Sin embargo, el análisis más crudo y minucioso vino de la mano de The Kobeissi Letter (TKL), una publicación financiera de alto renombre en Wall Street, que escribió al respecto: "Argentina en crisis: ¿puede EE.UU. salvarla?"
La publicación realizó una crónica minuciosa sobre cómo Javier Milei llegó al punto de pedir auxilio al Tesoro estadounidense vía el ESF. "En solo 24 horas, el mercado bursátil argentino se desplomó un 10%, mientras que el peso argentino acumula una caída del 99% en la última década.
Este lunes, la Administración Trump ofreció un "salvavidas" que llevó a las acciones a subir más de un 8%, por las expectativas sobre la posibilidad de estabilizar la economía".
Para Kobeissi Letter, la situación argentina no surgió de la nada. "Tras la asunción de Javier Milei como presidente, la inflación superó el 300%, y a fines de 2023 se ubicaba por encima del 25% mensual", recordó.
"En algunos momentos, una taza de café llegaba a costar más al terminar de consumirla. Hoy, la inflación descendió a aproximadamente 2% mensual o 34% interanual, lo que representa una mejora, pero es insostenible mantener niveles superiores al 30% anual. Para ponerlo en perspectiva, la Reserva Federal de EE.UU. apunta a una inflación de largo plazo cercana al 2%", ejemplificó.
Y continúa: "El peso argentino se desplomó más del 99% en diez años, y la crisis se aceleró recientemente: la pérdida de confianza de los inversores se hizo evidente la semana pasada, mientras el BCRA inyectaba u$s 1000 millones en solo tres días, para un total de u$s 1100 millones, una cifra enorme para un país con reservas líquidas de apenas u$s 20.000 millones. Al 18 de septiembre, la deuda argentina volvió a territorio de distress, y el mercado bursátil se convirtió en el de peor desempeño entre más de 90 índices globales en el mes", sostiene la publicación.
También destaca que el impacto socioeconómico es severo. "Actualmente, más del 38% de los argentinos vive en pobreza, y en 2024 la tasa alcanzó 52,9%, es decir, más de la mitad de la población estaba bajo la línea de pobreza".
Intervención externa vs. reformas profundas
The Kobeissi Letter es claro y recuerda: "EE.UU ya intentó un "salvavidas" similar con el FMI el 11 de abril, mediante un acuerdo por u$s 20.000 millones, con un desembolso inicial de u$s 12.000 millones. Además, el banco central permitió que el peso se comercializara libremente entre 1.000 y 1.400 pesos por dólar. Sin embargo, estos esfuerzos no resolvieron el problema de fondo: el peso sigue sobrevaluado y sostenido artificialmente por el Gobierno".
Según el suplemento, la clave para la Argentina es permitir que el peso flote libremente, sin manipulación, y acompañar esta medida con reformas estructurales: "Independencia del banco central, racionalización del gasto público y reforma tributaria. La restauración de la confianza de los inversores es fundamental para cualquier estabilización efectiva", concluye.
Este martes, el presidente Trump y el secretario del Tesoro Bessent se reunirán con Milei en Nueva York. Se espera que esto sea seguido por más intervención, incluida la posible compra de deuda argentina en dólares por parte de EE.UU. Si se establece una línea de swap de entre u$s 5.000 y u$s 10.000, que podría calmar el pánico inmediato. "Pero la verdadera solución requiere cambios estructurales profundos", concluye el editorial.