

El presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, inauguró hoy las jornadas Bancarias y Monetarias 2014 en un salón del Hotel Alverar lleno de empresarios y hombres de las finanzas que escucharon con desconfianza y escepticismo el discurso.
El titular de la autoridad monetaria, que desde las primeras horas de la gestión aplicó férreos controles en la city porteña, subió al escenario y pronunció un discurso firme en donde volvió a remarcar que seguirán los operativos. Según manifestó los resultados de esta política ya están a la vista y contribuyen a generar previsibilidad en el mercado financiero y más precisamente en el precio de la divisa estadounidense.
El discurso no causó sorpresa entre los presentes. Algunos se fueron con sensaciones mezcladas de incertidumbre, resignación y cautela.
En los pasillos del hotel, los miembros de distintas entidades financieras coinciden con las palabras de Vanoli sobre la necesidad de generar mayor certidumbre, pero no creen que dé lo mismo cualquier camino.
“Habló de la certidumbre que se generó en estos últimos dos meses y es cierto, pero no es una certidumbre genuina. La presión sobre el mercado es muy fuerte y a eso se debe la baja del billete informal. Sin embargo, la clave es lo que sucederá si los controles se aflojan”, indicó un banquero en estricto off en diálogo con Cronista.com.
Sobre el final de su ponencia, Vanoli invitó a los bancos a trabajar en conjunto y a construir una agenda positiva, pero primero cuestionó el escaso crédito que les otorgan a algunos sectores de la economía. “Nos reta, pero después nos habla de agenda positiva. Eso no genera certidumbre y eso se refleja en los resultados actuales”, se quejó un hombre de una entidad financiera.
“Las tasas altas de los créditos en parte reflejan esta incertidumbre, y el mercado no cree en la los tratos por la fuerza”, agregó este mismo hombre, en voz baja y mirando para los costados constantemente.
En el mercado coinciden con los objetivos de Vanoli, pero cuestionan el método elegido. Lo califican de peligroso y creen que sólo servirá a corto plazo; las dudas se focalizan en el mediano y largo plazo, que los hombres de negocios siguen viendo como una cuestión aún pendiente.













