

El presidente del Banco Central (BCRA), Alejandro Vanoli, terminó de madurar la decisión personal que mencionó la semana pasada y la comunicará el día de hoy. Sus colaboradores y él mismo se negaban ayer a dar más precisiones hasta tanto la diera a conocer, pero en la entidad se descontaba que daría un paso al costado como había adelantado antes de las elecciones. De esa manera, el presidente electo Mauricio Macri tendría el camino libre para ubicar en su lugar a Federico Sturzenegger y buscar otros cinco asientos en el directorio de la entidad.
Voceros del BCRA confirmaron ayer que Vanoli comunicará finalmente hoy la decisión sobre su futuro y, aunque dejaron entender que renunciaría, no quisieron confirmarlo antes que él. El presidente de la entidad y todo su directorio está imputado en una causa por la agresiva venta de contratos futuros de dólar y ha dicho en el pasado que "no será un obstáculo" para un Gobierno que pretenda cambiar la política monetaria y devaluar el peso.
La salida de Vanoli era uno de los objetivos más urgentes que perseguía el Gobierno entrante. El propio Macri le había pedido la renuncia en público horas después de su triunfo en la segunda vuelta electoral del 22 de noviembre pasado.
En el equipo económico del presidente electo la urgencia por eliminar el cepo cambiario y dejar flotar al dólar no está exenta de condiciones. Sólo cuando cuenten con el control del BCRA y hayan obtenido dólares para recomponer el nivel de reservas se sentirán lo suficientemente seguros como para liberar al mercado cambiario.
Para la incorporación de divisas a reservas Alfonso Prat Gay, futuro Ministro de Hacienda y Finanzas, trabaja en distintas líneas de obtención de crédito, la atracción de inversiones y estímulo a las exportaciones del agro. Para el control del BCRA, mientras tanto, se necesitan 6 de los 10 asientos del directorio de la autoridad monetaria.
En principio, con la renuncia de Vanoli quedarán débiles en sus puestos los dos directores que llegaron de su mano a la entidad: Flavia Marrodán y Pedro Biscay. Es norma aunque no falten excepciones que los directores puestos por el presidente acompañen su renuncia.
Más sencillo será el caso de Miguel Ángel Pesce, vicepresidente del BCRA, ya que no cuenta con mandato otorgado por el Senado sino que está nombrado "en comisión". Un simple decreto de Macri, una vez asumido, alcanza para removerlo y reemplazarlo.
De los otros seis asientos uno le corresponde a Sebastián Aguilera, un hombre del ex jefe de Gabinete Jorge Capitanich, y los otros cinco son hombres del ministro de Economía Axel Kicillof. Juan Cuattromo, Germán Feldman, Bárbara Domatto Conti, Mariano Beltrani y Alejandro Formento están decidiendo sus futuros en estas horas.
Miembros del equipo económico de Macri aseguraron que hubo contactos con esos directores para negociar una salida de sus puestos. Voceros de Prat Gay, por otra parte, negaron ayer conocerlos.













