Tras haber salido indemne de la prueba electoral del último domingo, el Gobierno evitó el "lunes negro" que tanto temían los mercados y puso en marcha una nueva fase de su gestión, en la que buscará impulsar reformas a través de un Congreso renovado.

Sin embargo, el dólar no mantuvo la fuerte tendencia a la baja que mostró el lunes post elecciones y, tras un rebote el martes, su cotización sigue cercana a los $ 1500, lo que abre un interrogante sobre qué puede pasar con el valor de la divisa.

Al igual que muchos de sus colegas, el economista Luis Secco analizó el futuro del programa económico y se refirió a lo que puede llegar a pasar con el precio de la moneda estadounidense.

"Es probable que el Tesoro argentino le este poniendo un piso al dólar y me parece correcto porque no tiene sentido dejarlo a caer a niveles que están claramente desalineados. Lo que estamos viendo son cotizaciones donde la demanda privada fue sustituida por la demanda del sector publico, lo cual es bueno", apuntó.

"La forma de ver si el dólar está o no atrasado es a través de algunas señales o de lo que podemos llamar el equilibrio externo. Las exportaciones crecen pero las importaciones crecen aún más. Hay balanza comercial positiva pero hay balanza de cuenta corriente negativa, no hay capacidad de acumular dolares ni reservas, los datos de turismo... por donde lo mires hay señales de que la Argentina está cara en dólares", analizó Secco.

Y agregó: "Si está todo caro en dólares es porque lo que esta barato es el dólar, hay varias señales que muestran que está desalineado y los controles son una de las raíces del problema, este es un tipo de cambio que sobrevive con cepo, y el Gobierno sigue demostrando que tiene miedo a levantarlo y a flotar, eso se transmite en la población".

Sobre el doble respaldo que obtuvo el Gobierno y cómo lo puede aprovechar la administración libertaria de acá en adelante, el especialista habló de una "plataforma de gobernabilidad pocas veces vista" y afirmó que hay dos rumbos que se pueden tomar a partir de ahora.

"Ahora tienen una plataforma de gobernabilidad pocas veces vista, y la pregunta es si la van a aprovechar o no. Yo diría que hay dos formas de hacerlo: una es más ambiciosa y la otra menos", indicó.

"La más audaz es la del dialogo político y sacarse de encima los miedos para hacer un programa más solido, sin controles cambiarios y con flotación. La hipótesis de mínima es especular, seguir más o menos como está ahora, ponerle un piso al dólar e iniciar las discusiones sobre el Presupuesto, hacer lo mínimo indispensable, ser bilardista como dice Milei", ejemplificó.

Para Secco, Milei parece estar optando por la primera alternativa, lo que considera una buena noticia.

"Es una decisión de él, pero independientemente de la elecciones y la ayuda externa, el país necesita un nuevo programa porque el vigente ya demostró ser frágil. Ir por el segundo camino sería desaprovechar de nuevo otra oportunidad (...) hay que evitar a toda costa esa complacencia que siempre es mala consejera", concluyó




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