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Los últimos datos de empleo en EE.UU cambiaron drásticamente la percepción sobre la salud del mercado laboral y, por extensión, sobre la política monetaria de la Reserva Federal (Fed).

El informe de agosto mostró un incremento de apenas 22.000 empleos y un aumento de la tasa de desempleo al 4,3%, su nivel más alto desde finales de 2021. Además, la revisión de junio confirmó que el empleo se contrajo ese mes por primera vez desde 2020, lo que refuerza la idea de que la expansión laboral pierde fuerza.

Los débiles indicadores coinciden con advertencias previas de la Fed sobre la necesidad de equilibrar riesgos entre inflación y desempleo. Aunque la dinámica de precios al consumidor aún se mantiene por encima del 2% objetivo del banco central, los funcionarios ahora perciben que un aumento sostenido del desempleo representa una amenaza más inmediata para la economía que una disparada en el costo de vida de los estadounidenses.

En consecuencia, las perspectivas no fueron suficientes para sostener las ganancias en las acciones. Tras alcanzar brevemente máximos históricos, el S&P 500 cayó 0,3%; el Nasdaq recortó 0,3% y el Dow Jones Industrial cedió 0,5%.

Expectativas para la reunión de septiembre

La debilidad del mercado laboral elevó las expectativas de que la Fed recorte tasas en su reunión de política monetaria del 16 y 17 de septiembre.

Actualmente, los mercados descuentan casi por completo un recorte de un cuarto de punto, y algunos analistas de ese país consideran plausible incluso un recorte de medio punto si los datos de inflación de las próximas semanas no desvían la atención hacia el alza de precios.

Según los datos de la plataforma de predicciones de mercado basada en Blockchain, Polymarket, el mercado espera de manera abrumadora que la Fed implemente un recorte de 25 puntos básicos (pb) en septiembre. La probabilidad de este resultado trepó este viernes al 89%, convirtiéndolo en el escenario más probable.

El cambio marcado a fines del verano indica que los participantes del mercado se sienten mucho más confiados en que la Fed adoptará una política monetaria más laxa, probablemente en respuesta a datos los datos que se conocieron este viernes.

"El informe sobre el empleo de agosto arrojó un resultado inferior al esperado: solo se crearon 22.000 puestos de trabajo, por debajo de los 75.000 previstos, y la tasa de desempleo subió hasta el 4,3 %. Las cifras muestran claramente que el mercado laboral se enfría, pero no se trata de una crisis", dijo a El Cronista, Lara Castleton, directora de estrategia de Carteras en Janus Henderson.

Para la estratega, a pesar de los malos titulares, el mercado laboral crea puestos de trabajo, y la tasa de desempleo del 4,3 % es históricamente saludable. "Los rendimientos de los bonos caen, ya que estos datos moderados consolidan la expectativa de un recorte de tasas de la Fed en septiembre y dejan abierta la posibilidad de nuevas medidas de flexibilización hasta finales de año", advirtió.

Reacción esperada de los mercados

No obstante, aseguró que las revisiones de empleo comienzan a tomar el centro de la escena: "Junio se ajustó a la baja a -13.000, mientras que julio se elevó a 79.000. Desde Janus Henderson anticipamos más ajustes en el futuro y recomendamos cautela ante cualquier reacción exagerada a las cifras de hoy. Las acciones deberían mantener su impulso, inclusive la diversificación fuera de EE.UU, donde un dólar más débil, impulsado por los recortes de tasas, podría favorecer los retornos, aunque resulta clave prestar atención a los fundamentos", señaló.

El retroceso en la creación de empleos y la expectativa de recorte de tasas suscitaron un escenario mixto para los mercados. Por un lado, la posibilidad de un alivio monetario impulsa a los activos de riesgo: las acciones podrían extender las subas, particularmente en sectores sensibles a la economía y las tasas de interés, mientras que los bonos podrían beneficiarse de menores rendimientos a corto plazo.

Por otro lado, la persistente incertidumbre sobre el impacto de los aranceles y la desaceleración del empleo añade volatilidad y riesgo de correcciones abruptas.

Los analistas coinciden en que la Fed podría adoptar un enfoque gradual: primero un recorte de 25 puntos básicos en septiembre para evaluar la evolución del mercado laboral antes de tomar nuevas decisiones, en lugar de un recorte agresivo inmediato. Esta expectativa de movimientos escalonados probablemente se convertirá en el principal factor a seguir en los precios de los futuros de tasas, los bonos del Tesoro y los mercados de acciones en las próximas semanas.

Juan Ignacio Alra, portfolio manager de One618, señaló a este medio que los datos de empleo en Estados Unidos quedaron por debajo de lo esperado, reflejo de "cierta desaceleración en la economía y que afectó de lleno a los mercados internacionales".

En este contexto, los índices norteamericanos operan a la baja y arrastraron al resto de las plazas globales por las dudas sobre la magnitud y el momento de un posible recorte de tasas por parte de la Fed.