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La jornada de ayer comenzó con alerta roja en las mesas de dinero. Se sabía de arranque que se iba a enfrentar una tendencia negativa dado que desde Nueva York los indicadores bursátiles mostraban caídas significativas. En la plaza local, el cierre del mes obligaba a repactar contratos de cobertura para abril, lo que ya de por sí agregaba demanda adicional en A3 Mercados, donde se concentran las operaciones a futuro. Pero desde las 10 de la mañana sorprendió a operadores que las alzas llegaran al 4%, con subas de hasta $ 40 en los contratos más operados, como los de abril, mayo y junio.

Florecían posteos en redes sociales y mensajes por whatsapp que reflejaban la tensión del mercado cambiario. Súbitamente, antes del mediodía, las cotizaciones de los contratos a fines de abril y mayo perdían cerca de $ 40 o más para cerrar, luego de varios vaivenes, con ligeras bajas respecto del viernes.

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No hay comunicación oficial del Banco Central (BCRA) sobre la intervención en las operaciones a futuro. Tampoco hay inversores que puedan hacer caer rápidamente $ 40 los precios a futuro. Por ello en las mesas de dinero se concluía con alto grado de certeza que el regulador monetario había sido el principal vendedor en la plaza de futuros. El monto estimado por varias fuentes del mercado rondó entre u$s 400 millones y los u$s 500 millones.

La tensión en la plaza se alimentaba también de una suba del riesgo país, que llegó hasta 867 puntos, para cerrar con alza, pero algo por debajo de ese nivel, a 816 unidades. Las acciones en pesos cayeron 1,7% y los bonos, un promedio de 0,3%, después de haber cedido 2,8% en un momento de la rueda.

El BCRA intervino por primera vez en mucho tiempo en el mercado de dólar futuro.
El BCRA intervino por primera vez en mucho tiempo en el mercado de dólar futuro.

¿Hace bien el BCRA en intervenir en dólar futuro? Si realmente no se van a producir en los próximos meses saltos en la cotización del dólar oficial, obviamente que es beneficiosa su intervención. No sólo por la señal que envía al mercado para desterrar versiones imperantes, sino porque hasta obtiene utilidad en la intervención a futuro.

En las últimas jornadas, las desmentidas oficiales eran por la vía oral. Pero a veces las declaraciones no alcanzan o incluso alimentan las versiones. La gente que no se había enterado de los rumores de devaluación, cuando un ministro o un presidente las desmiente, se entera de las versiones. La historia económica del país es muy rica lamentablemente en declaraciones de funcionarios desmintiendo devaluaciones que luego ocurren. Desde "el que apuesta al dólar va a perder" de Lorenzo Sigaut en 1981 hubo muchos ejemplos.

Una señal del BCRA

El equipo económico se limitó en las últimas semanas a lanzar deuda con ajuste por el dólar oficial como señal de que no iba a haber devaluación. Pero esa señal no era muy contundente. Pero nunca hizo ventas en las operaciones a futuro, donde los que apostaban al alza seguían acumulando ganancias. Al fin y al cabo, la mejor manera de dejar de apostar a una devaluación es cuando se pierde dinero.

El BCRA en el mercado oficial vende dólares, pero no hay señales de lo que pueda pasar a futuro. Es más, las ventas constantes alimentaban las versiones de devaluación y por ende las alzas en las operaciones a futuro. Seguramente hoy las operaciones a futuro difícilmente muestren alzas significativas en función de lo sucedido ayer. El eventual comprador puede ser víctima de una fuerte caída en los precios tras una eventual intervención nueva del BCRA.

Ayer fue clave en lo cambiario en ese sentido. Pero las batallas se dan día a día. Y en el BCRA lo saben por lo sucedido.