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YPF volvió al mercado con fuerza. La petrolera estatal cerró este jueves una de las emisiones corporativas más relevantes del último tramo del año, con una demanda sólida y una tasa de corte que confirmó el apetito por crédito argentino de alta calidad.
La compañía recibió ofertas por u$s 235 millones, en una señal clara de que el mercado primario sigue abierto para los emisores con buenos fundamentos.
Finalmente, YPF decidió adjudicar u$s 194 millones, un monto que supera ampliamente las expectativas iniciales y consolida el regreso sostenido de las grandes empresas al financiamiento voluntario.
Del total adjudicado, u$s 169 millones corresponden a “new money”, es decir, dólares frescos que ingresarán directamente a la caja de la compañía para fortalecer su plan financiero, según confirmaron fuentes del mercado a El Cronista.
Los u$s 25 millones restantes surgieron de inversores que aprovecharon la opción de canje de instrumentos previos, refinanciando vencimientos en condiciones más competitivas.
La tasa de corte del 7% terminó ubicándose en línea con el rango esperado para un emisor como YPF y muy cerca del rendimiento base que ostentan las energéticas líderes en sus operaciones recientes.
Para analistas del mercado, el pricing confirma dos tendencias: una mejora concreta en las condiciones financieras locales y la continuidad de un rally corporativo que se sostiene aun con spreads globales en niveles históricamente bajos.
El plaza de emisión
El plazo de la emisión —cercano a los 39 meses— también se leyó como un dato clave. En un contexto donde la recomendación dominante es evitar durations largas, YPF logró capturar demanda en un tramo medio con buen equilibrio entre riesgo y visibilidad operativa. En las mesas celebraron la señal: “Un emisor grande, con fundamentos sólidos y un plazo bien calibrado vino a testear el mercad y el mercado respondió”.
Al respecto, el asesor de inversiones Leandro Monnittola señaló a El Cronista que la emisión de YPF abre una ventana interesante para los inversores. “Vemos oportunidad porque, si el corte de tasa ronda el 7,25%, el cupón resulta más atractivo que el de los corporativos que hoy cotizan en el secundario y vencen en plazos similares, todos rindiendo por debajo del 7%”, explicó.
Monnittola agregó que las ON con la misma legislación y con algunos meses menos de duration no superan una TIR del 6,5%, lo que refuerza la competitividad del nuevo instrumento de YPF frente al resto del mercado corporativo.
Bonos corporativos vuelven a ofrecer uno de los mejores retornos de la región
Por su parte, Iván Vizental, jefe de Estrategia de Quinto, en diálogo con este medio, resumió el cambio de clima con una certeza: “Tras las legislativas y la contundente victoria del Gobierno, las condiciones financieras del país mejoraron de forma tangible. La baja del riesgo país, la estabilización de variables macro y el regreso de las empresas al mercado de deuda configuran un escenario que no se veía desde hacía meses”, comentó el experto.
Y agregó: “En ese marco, las recientes emisiones de compañías líderes, desde energéticas hasta bancos, muestran tasas competitivas y plazos que van de 1 a 10 años, señales de un mercado primario que empieza a normalizarse”.
Para el estratega, este nuevo entorno abrió una ventana para diversificar carteras con crédito corporativo de calidad. “Los bonos de empresas argentinas demostraron una resiliencia notable incluso en los meses más tensos del proceso electoral, y hoy rinden en torno al 7% en dólares, un nivel difícil de encontrar en mercados desarrollados”, disparó Vizental.
Ese rendimiento, apoyado en balances sólidos y endeudamientos bajos frente a estándares globales, explica la demanda creciente, sobre todo en compañías del sector energético.
Aun así, mantener una mirada constructiva no implica desatender los riesgos. Vizental destacó dos factores clave.
- El primero es el contexto internacional: los spreads de crédito globales están en mínimos o cerca de mínimos históricos. En este punto, recomienda moderación con la duration y privilegiar bonos con vencimientos inferiores a tres años, que permiten capturar buen carry sin quedar expuestos a un eventual ensanchamiento de spreads.
- El segundo factor es la calidad crediticia. En un mercado que hoy no diferencia lo suficiente entre emisores, Vizental apunta a compañías con baja deuda neta/EBITDA, fuerte generación de caja y visibilidad operativa. Esa lógica lo lleva a priorizar empresas energéticas y bancos de primera línea, que combinan riesgo acotado y rendimientos atractivos.
Entre las emisiones recientes, destacó la colocación de YPF: un bono con plazo cercano a 39 meses y rendimiento estimado del 7,25%. Para Vizental, es una fórmula equilibrada entre tasa, duración y calidad crediticia, coherente con la estrategia sugerida para este contexto.
Aunque otras energéticas exhiben igual o mejor calidad, insiste en mantener la prudencia respecto a los plazos: no recomienda ir demasiado lejos en duration.
Para construir una cartera diversificada, propone combinar:
- Compañías energéticas con baja deuda y fuerte caja, en plazos de entre 2,5 y 3 años.
- Bonos bancarios de 1 a 2 años, con tasas de entre 6% y 6,5%, que aportan liquidez y reducen sensibilidad a shocks globales.
La combinación permite obtener una tasa promedio cercana al 7% con una duration conservadora, por debajo de tres años. En un escenario global de spreads comprimidos y búsqueda de rendimiento, el crédito corporativo argentino —dijo Vizental— sigue ofreciendo uno de los mejores binomios riesgo–retorno de la región.














