Sin las estridencias que tuvo el Merval tras las elecciones de 2019 en Argentina, la Bolsa chilena hoy vivió un lunes bastante oscuro y cerró con una baja del 6,19 por ciento. La caída se da tras las elecciones presidenciales que llevaron al izquierdista Gabriel Boric al poder.
Lo que suceda con los activos chilenos puede tener repercusión de este lado de la cordillera, dado que los fondos comunes de inversión Latam que se operan en Argentina suelen tener un importante componente de bonos corporativos de Chile.
En tanto, el dólar se apreció frente al peso chileno un 4% y, de esta forma, dicha moneda muestra una depreciación nominal mayor a la del peso argentino a lo largo de 2021 (22,9% se apreció el dólar en Chile y 20,7% aquí contra el oficial mayorista).
Lunes negro para los mercados
Y más allá del mercado chileno en particular, fue una jornada negativa a nivel global. El índice Euro Stoxx cayó 1,3%, mientras que en Estados Unidos el S&P sufrió una baja del 1,14%, el Nasdaq retrocedió 1,24% y el Dow Jones, 1,23 por ciento.
Por otro parte, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este lunes con una pérdida del 3,71 % y se situó en 68,23 dólares, por el temor a las consecuencias que pueda tener el rampante repunte de casos de covid-19 en la demanda de combustibles.
Según datos al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex),el barril de petróleo en los contratos de futuros del WTI para entrega en enero perdió 2,63 dólares respecto a la sesión previa.
En tanto, en Brasil el índice Bovespa mostró un retroceso de 2,04 por ciento.
"Se acumulan las jornadas bajistas en los mercados y son varios los motivos que podemos atribuir a este escenario", señaló Fernando Staropoli, ejecutivo de cuentas de Rava Bursátil en su informe diario.
Respecto de los motivos, Staropoli consideró: "Por un lado, las crecientes restricciones en Europa motivadas por la ola de contagios que registra la variante Ómicron".
"En segundo lugar, las dificultades que el presidente Biden encuentra en el Senado de EE. UU. para llevar adelante su plan de gasto social que ascendería a 1,75 billones de dólares y que entre los opositores a dicha iniciativa se encuentran varios miembros del partido demócrata. Y en tercer lugar (y no menos importante) las dudas que permanecen entre los inversores y analistas respecto del cronograma de suba de tasas y quita de estímulos que llevaría a cabo la FED el próximo año, teniendo en cuenta que la inflación estadounidense es más grave de lo que estimó el organismo", agregó.