El dólar oficial en el Banco Nación subió 0,3% a $ 1480 y superó el techo de la banda cambiaria, que ahora está en $ 1474. De todos modos, ese tope aplica altipo de cambio mayorista en realidad, que ascendió 0,13% a $ 1469, por lo cual quedó $ 5 por debajo de que el Banco Central tenga que intervenir. En el promedio de los bancos el tipo de cambio minorista ascendió a $ 1482, mientras el blue quedó sin cambios en $ 1455. Los que bajaron 1% fueron el MEP, a $ 1470, y el contado con liquidación, a $ 1482, ambos por la nueva regulación de la Comisión Nacional de Valores (CNV) que impide a las Alycs caucionarse, o sea tomar deuda en pesos, para poder comprar dólares en la Bolsa. Por lo pronto, el dólar mayorista araña todavía el techo de la banda, pero aún no lo testea: llegó a operar en $ 1470,50, con el techo en $ 1474, pero el último valor operado fue en $ 1469, con u$s 351 millones negociados, lo que es un volumen relativamente bajo, según detalla Nicolás Cappella, de la mesa de IEB. De todos modos, la mira de los inversores está puesta en el tipo de cambio, con un BCRA que sigue sin tener que vender dólares en la banda superior, aunque cada vez el tipo de cambio mayorista opera más cerca del techo. "Pese a la nueva norma que limita la exposición apalancada de las Alycs al CCL, el tipo de cambio oficial rozó el techo. El BCRA ya puso una oferta de u$s 100 millones a $ 1473,50, marcando presencia ante una posible presión en esa dirección". "También aumentaron las ventas de futuros, y el contrato de septiembre operó prácticamente al mismo nivel que el spot, con una tasa implícita cercana a cero", revelan desde Max Capital. "La combinación de menores tasas de corto plazo y riesgos electorales aceleró la presión sobre la moneda, y si bien esperábamos que el techo se alcanzara a principios de octubre, antes de las elecciones, ahora podría suceder en cualquier momento, siendo la promesa de ventas agresivas la única variable que lo evita", agregan. El Gobierno insiste en la continuidad de la política cambiaria, pero crece el consenso respecto a la necesidad de reformar el esquema cambiario si las elecciones no favorecen al oficialismo, como se esperaba, y se consolida la paridad con el peronismo. En Max Capital creen que las actuales bandas cambiarias no son compatibles con los riesgos electorales que sugieren los resultados en la provincia de Buenos Aires, y deberán modificarse para evitar la pérdida de reservas. Desde la consultora LCG prevén que, tal vez, se requiera un marco cambiario todavía más flexible para después de las elecciones: "Modificar bandas puede no ser una señal elegante, vemos más probable un régimen de tipo de cambio flotante, pero sucio, sin una regla escrita de intervención". "Algo así podría tener el aval del FMI si se combina con un compromiso monetario de tasas reales positivas, aun dejando un programa monetario en el rango de lo anecdótico". Por lo pronto, de acá a las elecciones, habrá que ver, día a día, cómo reaccionan la oferta y demanda de divisas, y cuánto sacrificio de reservas hará el BCRA para defender la banda autoimpuesta. El gobierno se animó a reducir las tasas endógenas de política monetaria. La rueda de simultáneas de Byma, con el BCRA como captador de fondos, parece consolidarse como la nueva ventanilla de liquidez que orienta la evolución de las tasas de corto plazo. Aunque no todos los bancos lo utilicen, en la práctica esa orientación funciona como canal de arbitraje al resto de las tasas. Esa tasa bajó de 45% a 35%, en el intento de revertir el fuerte apretón monetario.