“Si esta gente no hace algo pronto esto se va a desmadrar”. La frase fue dicha hace tres días a este portal por un cambista que conoce muy bien el ánimo de la city. Se refería al nerviosismo que existe en la plaza cambiaria tras el cerrojo que impuso el Gobierno a la compra de dólares.
No se equivocó. El dólar se desbocó ayer en el mercado paralelo cuando superó la barrera de los 6 pesos y terminó vendiendose a $ 6,15, lo que llevó al Ejecutivo a plantearse lo que hasta ahora había tomado como política de Estado: liberar las compras en el mercado oficial.
Sin embargo, este mediodía, el dólar paralelo aminora su marcha y se negocia en la city proteña a $ 6,10, cinco centavos menos que el cierre de ayer.
La cotización oficial volvió a abrir hoy sin cambios a 4,44 pesos para la compra y $ 4,48 para la venta, los mismos niveles de cierre de ayer, pero todos esperan otra suba del paralelo.
Tal como adelanta El Cronista en su edición de hoy, algunos bancos notaron ayer cierto relajamiento en los controles y vendieron más. La flexibilización decidida por el Gobierno sería paulatina pero no será oficializada.