

El Banco Central le transfirió
$ 8.709 millones al Tesoro en concepto de adelantos transitorios el 23 de noviembre pasado. La cifra es el récord para un sólo día desde la salida de la convertibilidad, y marca una ruptura en el ritmo de expansión de la base monetaria que venía mostrando la entidad conducida por Mercedes Marcó del Pont.
El carácter abrupto y la fecha de la transferencia, menos de dos días después del fallo de Thomas Griesa que pudo haberle costado u$s 1.330 millones al país, hicieron sospechar que se trató de una medida de emergencia para afrontar el pago judicial, que quedó en suspenso pocos días más tarde.
El BCRA no dejó de tomar recaudos para hacer gradual el impacto monetario de una emisión de dinero semejante. El mismo día, los bancos públicos en los que se depositó el dinero, tomaron $ 13.000 millones en pases. En rigor, la operación funcionó como un préstamo de la banca pública al Tesoro a través del BCRA. El BCRA esterilizó ese dinero con pases pasivos. En el corto plazo, el efecto monetario es neutro, pero cuando tenga que cancelar los pases con los bancos va a tener que emitir, explicó Fausto Spotorno, de OJF y Asociados.
En lo que va del año la expansión de la base monetaria llega al 39%. Con esta megaemisión en un sólo día, el financiamiento del BCRA al sector público retomó la senda ascendente después de unos pocos meses de calma. Luego de crecer $ 8.500 millones en julio, las transferencias de la autoridad monetaria al Tesoro se redujeron a $ 1.600 millones y $ 2.100 millones en agosto y septiembre, respectivamente. Esa moderación se quebró en un sólo día. Los $ 8.700 millones en adelantos transitorios que le giró Marcó del Pont al Tesoro el 23 de noviembre pasado superan el total transferido en cualquier mes de este año, y llevaron al stock de adelantos transitorios a superar la barrera de los $ 100.000 millones.Desde el BCRA se limitaron a recordar que, estacionalmente, es normal que sobre el final del año se acelere el ritmo de financiamiento al sector público, a pesar de que ese mayor ritmo suela verse recién en diciembre.
Aunque el número sea llamativo, el Gobierno no suele dar cuenta de para qué destina ese dinero hasta que actualiza los datos de gasto. Perfectamente, sin embargo, puede estar adelantando emisión para el mes de diciembre, período en el que se concentran las mayores transferencias del BCRA al Tesoro año tras año, dijo Hernán Lacunza, de Empiria Consultores. Antes de esta operación, que se dio a conocer el viernes, Empiria estimaba en $ 30.000 millones las transferencias que deberá hacer el Central al sector público en el último mes del año. Eso llevaría al financiamiento al sector público a un total de $ 60.000 millones en 2012. Entre los baches que le quedan por cubrir al BCRA antes de fin de año se cuenta una diferencia de más de u$s 1.000 millones que todavía necesita el Tesoro para cubrir los vencimientos de deuda en dólares que debe pagar en diciembre: el cupón PBI, Global 2017, Par y Discount. En octubre, unos u$s 1.000 millones de esos vencimientos deberían cubrirse con adelantos transitorios al Tesoro, que éste utilizaría luego para comprar dólares en el mercado cambiario. De ahí que el apuro por concentrar el equivalente en pesos a más u$s 1.700 millones despertó suspicacias sobre la estrategia del Gobierno frente a los holdouts: mientras por un lado accionaba para obtener la suspensión, por el otro juntaba poder de fuego para hacer frente a un eventual pago.













