El derrumbe en el precio de los bonos no hizo más que reflejar la falta de crédito que tiene la Argentina y lo lejos que se está de una reapertura de fondos para el país. El Ministerio de Economía acentuó la incertidumbre reinante con la venta de bonos el miércoles a última hora a paridades del 23% para intentar contener al dólar MEP y al "contado con liqui".

La escasez de dólares en el BCRA provoca que las miradas se concentren en las obligaciones que tiene por delante la Argentina en moneda extranjera. El cepo a los importadores difícilmente pueda relajarse. Todo lo contrario, podría tensarse aún más ante los dólares necesarios para hacer frente a las obligaciones por vencimientos de deuda.

Alberto Fernández y Massa se reunieron en la Quinta de Olivos

Un reciente cuadro publicado por la consultora Quantum describe claramente la difícil situación financiera por delante en materia de pagos al exterior. El FMI se lleva gran parte de los vencimientos con u$s 9.100 millones a ser desembolsados hasta fin de agosto. La mayor parte de esos vencimientos en teoría deberían ser saldados con los nuevos desembolsos que haga el organismo.

Por ello son decisivas las negociaciones en curso con el staff del FMI para asegurarse el próximo desembolso en junio, con los waivers necesarios ante los desvíos ocurridos en las cuentas públicas. También en 2023 hay que efectuar pagos netos al FMI por u$s 4.000 millones, monto que también el equipo económico quiere reducir ante la escasez de reservas en el BCRA.

El mismo esquema presentan los vencimientos de la deuda con el BID, Banco Mundial y otros organismos hasta las PASO, con un total que llega a u$s 1.170 millones. Los desembolsos que se recibirán en las próximas semanas servirán para cancelar parcialmente vencimientos, aunque sin condicionamientos como los del FMI.

Los títulos de deuda surgidos en el canje de Martín Guzmán tienen vencimientos por intereses en julio por u$s 1.412 millones. Pero la presión para el BCRA por los dólares también llegará de parte de las provincias y las empresas, que ascienden a casi u$s 2.500 millones en todo este segundo trimestre. En julio y agosto se necesitan otros u$s 1.000 millones por este capítulo. La medida adoptada por el BCRA desde el inicio de la gestión de Alberto Fernández fue la de obligar a que gobernadores y empresas a que refinancien con sus acreedores un alto porcentaje de su deuda en moneda extranjera.

Existen, en paralelo, importaciones esenciales que el BCRA no puede bloquear como medicamentos o determinadas drogas. Se estiman que el promedio mensual ronda los u$s 6.200 millones. Por ello la falta de grandes liquidaciones de divisas por el dólar soja en su tercera temporada acrecentó la incertidumbre sobre la capacidad de pago que tiene el BCRA de las obligaciones en divisas de corto plazo.

En este escenario, todo es muy frágil.