Tal como adelantó El Cronista, en medio de una escalada del dólar oficial, que cerró ayer en $ 6,79 y del blue, que tocó los $ 11,55, y cuando los pronósticos privados hablan de un alza promedio de los precios que se ubicaría por encima del 3% para los primeros meses del año, el Gobierno decidió realizar un canje de deuda para no desembolsar en efectivo el grueso de los casi $ 18.000 millones del vencimiento de los Bonar 2014 que se producirá el 30 de este mes, si bien algunas estimaciones señalan el desembolso en $19.350 millones de capital y aproximadamente $850 millones de intereses porque la emisión original se amplió sucesivamente de 2009 para acá.

Entre los objetivos de la Casa Rosada hay dos que resultan evidentes: por un lado, evitar que el exceso de liquidez que provocaría el pago y que podría incentivar la compra de dólares informales. Por otro, evitar que esa misma presión se traslade finalmente a los precios de la economía.

Los tenedores de esos títulos, entre los que se cuentan mayormente bancos y compañías de seguros además de la ANSeS, podrán acceder al Bonar 2019, un instrumento también en pesos, cuya emisión se amplía, que tendrá un rendimiento que obedece a la tasa Badlar de bancos privados la tasa de interés promedio que paga el sistema financiero por los plazos fijos de más de $ 1 millón más + 2,5%, es decir de 23,5% anual. Según pudo saber El Cronista, buena parte de la emisión quedaría así dentro del canje ya que las entidades han dado el visto bueno por un porcentaje mayoritario. Según informó este matutino el 18 de diciembre pasado, la tasa que efectivamente ofrecerá el nuevo título es la que habían solicitado en primera instancia las entidades financieras, un argumento que si bien resulta aceptable en el universo bancario, podría generar dudas entre otros tenedores de títulos, quienes podrían verse atraídos a otras inversiones más rentables.

Si bien en la City se preveía que esta operación podía tener lugar toda vez que las negociaciones con bancos y compañías de seguros habían trascendido se trata de inversores institucionales que tienen unos $ 4.500 millones, ayer algunos analistas señalaban la importancia de que el canje se mantuviera voluntario, ya que una presión excesiva por parte del Palacio de Hacienda para captar una mayor porción de bonos podría generar una caída en los precios del resto de la deuda local emitida en pesos.

Creemos que la condición voluntaria del canje tiene que quedar bien clara y que en ello radica que el mercado no tome la operación como un último recurso por falta de fondos, señaló el economista Miguel Kiguel. La amortización de la emisión a cinco años y dos meses de plazo se realizará íntegramente al vencimiento, en tanto que se harán pagos trimestrales de intereses en efectivo, según se especificó. En los considerandos se señaló además que el Gobierno creyó factible y conveniente ejecutar la operación de reemplazo para reducir la tasa y aumentar el plazo promedio de la deuda pública.

Para tomar una referencia, la semana pasada, Brasil colocó deuda doméstica en reales a 10 años de plazo y pagó una tasa de 13,4% anual. La norma prevé la ampliación de la emisión de los títulos a 2019 efectuada el año pasado hasta el monto necesario para llevar a cabo la transacción de canje.

El bono Bocan 2014 (también llamado Bonar 14), que vence en enero, había sido emitido ya como parte de un canje voluntario de los bonos Pre9 y Pr12, que vencían en 2009 y 2012. En la City estiman que cerca del 50% de la emisión está en poder de la Anses, con lo cual Economía al menos ya tendría garantizada una fuerte participación.