

Tras el pago que hizo el Gobierno la semana pasada del Bonar VII (en dólares) aún no se avizora entre los inversores un sucesor que logre captar el interés demostrado por este, al menos en las últimas dos semanas previas a su pago.
En ese sentido, desde el mercado remarcaron que los motivos por los cuáles el Bonar VII consiguió despertar tanto interés.
“El Bonar VII lo compraron los inversores para hacerse de dólares porque el tipo valor del tipo de cambio que daba era más caro que el oficial. Dos semanas antes que venciera el bono, creció la demanda y con ello también avanzó el tipo de cambio”, precisó una fuente que pidió no ser revelada.
En ese sentido, desestimó que el Bonar 2015 pueda convertirse en el sucesor del Bonar VII.
“En primer lugar, El Bonar VII era en dólares y el Bonar 2015 es en pesos, y esa es una diferencia sustancial”, remarcó.
“Lo más interesante del Bonar 2015 es que ajusta por BADLAR, por tal motivo, servirá principalmente para aquellos inversores que tienen perspectivas de crecimiento de la suba de tasas. Se trata de un bono corto y apunta a inversores que quizá tengan un plazo fijo y busquen justamente un rendimiento superior al que ofrecen las tasas de plazo fijo. Su próximo pago será el próximo 10 de diciembre, cuando se abonará solamente renta”, describió la fuente.
Tampoco puede tomarse como reemplazante del Bonar VII al Boden 2015: La mayoría de sus tenedores lo adquieren para hacer inversiones y no tanto para especular.
Además, el volumen de ambos bonos es muy diferente. Al haber mayor volumen respecto al que poseía el Bonar VII eso también empujó al precio.
¿Otra diferencia? El Bonar VII, cuando venció el otro día pagó intereses más amortización. En cambio, el Boden 2015 solo pagará renta. Ahí también hay otra diferencia entre ambos.












