
La coalición gobernante de Grecia se veía más frágil que nunca después de haber perdido el apoyo de siete legisladores (es decir, cerca de una cuarta parte de su mayoría), pese a haber logrado que el parlamento aprobara un nuevo paquete de austeridad de unos 13.500 millones de euros el miércoles a la noche.
Evangelos Venizelos expulsó a seis de los treinta y tres miembros del parlamento que pertenecen a su Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok) en las primeras horas de ayer, después de que rompieron filas y votaron contra el paquete.
Antonis Samaras, el primer ministro de centroderecha, echó a un legislador de su grupo de Nueva Democracia, integrado por 127 personas, que se abstuvo en la votación.
La coalición pagó un precio alto por lograr que las últimas medidas de austeridad pasen por el Parlamento, aseguró un diputado conservador. Obtuvimos la aprobación, pero el gobierno se ve más débil, en vez de verse más fuerte, agregó.
La rápida erosión de la mayoría de la coalición formada por tres partidos, a sólo cuatro meses de haber asumido el poder, crea la amenaza de mayores deserciones dado que se espera nuevas legislaciones cuando Grecia implemente las duras reformas prometidas a cambio de su rescate financiero de 174.000 millones de euros.
La preanunciada abstención de la Izquierda Democrática, el socio chico de la coalición, achicó la mayoría del gobierno a sólo 153 de las 300 bancas en la votación del miércoles. Eso provoca preocupación en torno al compromiso asumido por 16 diputados en lo que se refiere al programa fiscal y estructural de dos años.
Las últimas expulsiones llegaron horas antes de que el parlamento abriera un debate sobre el presupuesto de 2012. Está programado para que sea aprobado el domingo a la noche, antes de una reunión de ministros de finanzas de la eurozona que se llevará a cabo el lunes, en la cual se discutirá el tan demorado desembolso de ayuda a Grecia.
El país está buscando recibir financiación lo antes posible, lo cual depende de que ambas legislaciones estén aprobadas, con el objetivo de recapitalizar los bancos cortos de liquidez, y comenzar a cancelar deuda con los proveedores del gobierno, obligaciones que hoy equivalen a 4 puntos porcentuales del producto nacional.
Samaras se mostró confiado, después de la votación del miércoles, cuando aseguró que el presupuesto será aprobado con rapidez. El paquete de austeridad fue el primer paso y el presupuesto andará bien.
La Izquierda Democrática señaló que respaldará al gobierno en lo que se refiere al presupuesto. Sin embargo, persisten los temores a que más miembros del Parlamento abandonen a Pasok para sentarse en sus bancas como independientes en medio de crecientes críticas al liderazgo de Venizelos. El apoyo popular a Pasok se redujo a la mitad desde las elecciones generales de junio, a cerca de 6%, según las últimos sondeos.
La partida de Costas Skandalides, un popular ex secretario general del Pasok que votó contra el paquete, podría alentar a otros legisladores a unirse a un grupo separado que responde a él, dejando a Venizelos al mando de sólo un puñado de diputados que están a favor del rescate financiero.
Algunos observadores creen que Samaras tratará de rescatar la situación ofreciendo al líder del Pasok un cargo como vice premier en una posible reestructuración del gobierno, lo que le otorgaría poder para designar para el gabinete a dos o tres miembros del parlamento socialistas.











