
Los investigadores están más cerca de resolver el misterio de dónde el vuelo de Malaysia Airlines MH370 llegó su fin. Pero todavía tienen poca idea sobre qué ocurrió, por lo que sigue adelante la búsqueda de los restos y la caja negra del avión.
Hasta ahora, los costos no fueron un obstáculo. Cuando hace poco se le preguntó a Hishammuddin Hussein cuánto dinero se estaba destinando a la búsqueda, el ministro de Defensa de Malasia recalcó que no había sido una preocupación en las conversaciones con otros países. Nadie, tampoco el gobierno malayo, ninguno de nuestros socios habló de dólares, aseguró el domingo. Se trata de encontrar el avión. Ni se nos cruzó por la cabeza.
Pero cuanto más se prolongue la búsqueda, más países quizás tengan que analizar cuál será su compromiso frente a lo que podría ser un proceso largo (llevó dos años detectar la caja negra del vuelo 447 de Air France que se estrelló en el Atlántico en 2009).
Desde que el MH370 desapareció el 8 de marzo, Malasia recibió ayuda de más de dos docenas de países, incluyendo Australia, Japón, China, Reino Unido, Nueva Zelanda y Estados Unidos.
El Pentágono reservó u$s 4 millones, pero se calcula que esa cifra alcanzará hasta principios de abril. Estados Unidos no dijo cuánto más brindaría, pero Contralmirante John Kirby, el vocero del Pentágono, la semana pasada dijo que estaremos allí mientras los malayos necesiten nuestra ayuda.
China enfrenta más presiones que la mayoría de los países para que siga adelante porque en el vuelo había 153 chinos, lo que le agrega al tema una cara política, señaló Rory Medcalf, experto en seguridad asiática en Lowy Institute.
Beijing envió 11 buques a lo que se conoce como el corredor del sur, un área de búsqueda que se extiende desde Malasia hasta el sur del Océano Indico aproximadamente 2.500 km al sudoeste de Perth. Dos aviones chinos de transporte Ilyushin IL-76 llegaron a Perth el fin de semana para ayer unirse a las operaciones internacionales de reconocimiento.
El premier Li Keqiang afirmó que China continuará comprometido mientras haya una mínima esperanza. Pero si bien la búsqueda se convirtió en la operación militar más grande del país, los analistas sostienen que hay límites en lo que podría hacer solo.
Gary Li, un experto militar chino en IHS Maritime, contó que hay dudas sobre la continuidad si otros recortaban su asistencia, en particular porque los aviones son más importantes para las búsquedas que los buques.
Tienen que confiar en la buena voluntad de los otros, afirmó Li. Si China sigue adelante completamente sola, tiene muy pocas opciones más que usar buques y satélites, una versión a muy reducida escala de lo que tenemos ahora.
China envió un avión de vigilancia Y-8 a Malasia para hacer misiones de búsqueda, pero no tiene la autonomía necesaria para llegar a la zona de búsqueda. Si bien China podría desplegar el avión hacia Perth y volar misiones desde ahí, Li dijo que tendría ramificaciones de seguridad. Cualquier aeronave Y-8 especializada correría el riesgo de ser analizada por otros países si operara en el extranjero, explicó.
Japón aportó 113 personas y cinco aviones, más que Estados Unidos, señaló Masaru Sato, vocero del ministro de Asuntos Externos japonés. Pero se negó a decir cuál fue el presupuesto para la operación de búsqueda. Todavía no se decidió cuáles son las perspectivas para las operaciones de búsquedas. Japón continuará brindado toda la asistencia posible.














