
Ya son capaces de aspirar el piso, limpiar ventanas, desagotar canaletas y cortar el césped. Pero ahora, los robots para el hogar también pueden hacernos la comida con la habilidad y el estilo de un chef.
La empresa británica Moley Robotics ha diseñado un prototipo de cocinero automatizado que utiliza dos brazos y dos manos robóticas para reproducir los movimientos de un chef humano a partir de una grabación en 3D de la preparación de un plato que registra hasta el último movimiento.
En 25 minutos, este gourmet robótico prepara un bol de sopa de cangrejo a partir de una receta de Tim Anderson, el ganador del concurso MasterChef de la BBC. Sus brazos mecánicos, montados sobre una anafe y una pileta de lavar, se mueven de arriba hacia abajo quitando la manteca de una espátula.
Este robot de Moley, presentado durante Hannover Messe, la mayor feria industrial del mundo, es el último ejemplo de la próxima generación de robots hogareños con tecnologías más avanzadas que las aspiradoras y las cortadoras de césped autónomas que usamos.
La automatización del hogar se ha convertido en un mercado en crecimiento. En 2013 se vendieron 2,7 millones de aparatos, según la Federación Internacional de Robótica (FIR), lo que supone un aumento del 35% respecto a 2012. Pero las ventas podrían crecer aún más deprisa en los próximos dos años, elevando las compras de los robots de servicio doméstico a casi 24 millones para el período 2014-2017.
Aunque este crecimiento refleja en gran medida las elevadas ventas de aspiradoras automáticas de compañías como Samsung, LG Electronics y la estadounidense iRobot, empiezan a aparecer más cocinas autónomas y ayudantes robóticos para la gente mayor.
Moley ha desarrollado unas manos robóticas casi tan diestras y precisas como las de un cocinero humano experimentado, y lo ha hecho en colaboración con la start up británica Shadow Robot, que desarrolla manos para la industria nuclear y la NASA.
"Nuestro mayor desafío es determinar cómo reproducir una buena versión del movimiento humano en el movimiento del robo", explica Rich Walker, de Shadow Robot. El chef robótico aún no es completamente autónomo. No posee inteligencia ni visión, lo que le permitiría saber la ubicación de un utensilio o un ingrediente si se encontrase en un lugar incorrecto.
Tampoco puede utilizar un cuchillo: sólo cocina empleando ingredientes ya preparados. Son aspectos en los que Moley planea seguir trabajando de cara al lanzamiento final del producto en 2017. La empresa pretende fabricar el robot en Reino Unido, con un precio de 10.000 libras (13.900 euros) una vez que se fabrique en masa. Probablemente salga significativamente más inicialmente.
También se están aplicando otros avances en la robótica personal para ayudar a ancianos, heridos y paralíticos. Según la FIR, en 2013 se vendieron 708 equipos para ancianos y discapacitados, un incremento del 345% respecto a los datos de 2012. Se proyectan ventas que superarán los 12.000 unidades entre 2014 y 2017.
Hasta ahora fueron relativamente pocos los productos como esos que fueron aprobados para uso en el mundo real, pero muchos están en desarrollo o incluso en etapa de pruebas.
Entre las empresas que también avanzan en este campo está la japonesa Panasonic y su cama robotizada, que se transforma en una silla de ruedas, y Toshiba, que ha diseñado el prototipo de un robot con apariencia humana que ofrece compañía a ancianos y personas con demencia.
Más recientemente, Imperial College London comenzó a trabajar en un proyecto apuntado a desarrollar robots de asistencia que pueden interpretar necesidades de ancianos o personas paralíticas leyendo el movimiento de sus ojos. El plan, de cuatro millones de euros, lo financia el programa Horizon 2020 de la Comisión Europea. Está trabajando la tecnología junto a compañías de Holanda.
"Esto nos permitirá crear un robot hogareño que lea nuestros pensamientos para saber qué queremos hacer dentro de un contexto", explicó Aldo Faisal, profesor de neurotecnología en Imperial.
Pero si bien Faisal cree que hay un "mercado inmenso", sostiene que la robótica doméstica probablemente en los próximos cinco años esté dominada por robots de limpieza.
En este mercado más maduro, Dyson -la marca de electrodomésticos británica famosa por sus aspiradoras sin bolsa- es la última compañía en entrar a la pelea. Su producto -el ojo 360- se lanzará en Japón este año y probablemente se venda a 750 libras.
Sin embargo, Mike Aldred, que encabeza el equipo de robótica en Dyson, sostiene que hay una cantidad de avances tecnológicos, como el entendimiento y el aprendizaje, que todavía hay que lograr para que la robótica gane más protagonismo en el hogar. "Comprender el entorno es absolutamente esencial para funciones futuras", explicó. "Hay una razón por la que todos están focalizados en la visión".
Faisal también cree que la regulación tendrá un efecto limitante. "¿Qué cosas un robot puede hacer completamente solo en forma segura?", se pregunta. "¿Quién es responsable si algo sale mal?"
No obstante, Colin Angle, CEO de iRobot, que vendió 13 millones de robots hogareños hasta la fecha, sostiene que él ve un futuro donde múltiples robots trabajan juntos en toda la casa. "Un robot que combine todas estas tareas serviría como punto central de comunicación con otros robots en una "casa inteligente", aseguró.
Traducción: Mariana Oriolo











