
A una semana de las elecciones de mitad de mandato, los republicanos van camino a ganar una de las mayorías más grandes en la Cámara de Representantes en más de 50 años, según las encuestas, quizás afianzando su control de la cámara hasta fines de la década.
Con la mayoría de la atención relativa a las elecciones legislativas de medio mandato puesta en si los demócratas pueden proteger su escasa mayoría en el Senado, el control absoluto de los republicanos en la Cámara se pasó por alto en buena medida.
Pero una combinación de factores, que abarcan desde van desde la afianzada impopularidad del presidente Barack Obama hasta el estancamiento perdurable de los ingresos de la clase media, hará que los republicanos logren un aumento en su mayoría ya sólida en la Cámara, según un agregado de encuestas nacionales y locales.
Los republicanos también se ven favorecidos por ola conservadora que surgió en las elecciones de mitad de mandato de 2010, cuando ganaron 63 bancas en la Cámara y también se consolidaron en muchas legislaturas y gobiernos estatales.
El control de los republicanos de legislaturas estatales les dio el poder de revisar los límites de las elecciones al Congreso en 2010. Los límites se revisan cada 10 años, a la par de la realización del censo nacional.
Dave Wasserman, que sigue en boletín Cook Political Report en Washington, predice que los republicanos ganarán entre cuatro y 10 bancas, y quizás más.
Si llegan a ganar 13 bancas, tendrán la mayoría más grande en la Cámara desde 1928, señala Wasserman.
De los distritos cuyos límites se revisaron, por cambios demográficos, los republicanos controlaron el proceso en 201 circunscripciones, y los demócratas, en 47.
A pesar de intentos periódicos de reformar el proceso de cambio de límites de los distritos y ponerlo en manos de un organismo independiente, ambos partidos durante mucho tiempo usaron su dominio sobre las legislaturas estatales para revisar dichos límites a su favor.
A los republicanos tradicionalmente les va mejor en las elecciones de mitad de mandato porque su base primaria, hombres blancos y personas mayores, va a votar en cantidades mayores en comparación con los seguidores del partido demócrata, que son personas jóvenes y minorías.
Los republicanos tienen 233 bancas en la cámara de 435 miembros, mientras que los demócratas tienen 199, con tres vacantes. Los republicanos tomaron el control de la cámara en su victoria aplastante de 2010.
Los demócratas intentaron minimizar las pérdidas en la votación del próximo mes para posicionar al partido para las elecciones de 2016, cuando desearon sumarse a una campaña presidencial de Hillary Clinton para desafiar el control de la Cámara.
Pero si los republicanos ganan 10 bancas o más, no tendremos chance de recuperar la Cámara en 2016, y esto significa que no quedará nada por hacer hasta 2020, afirmó un asesor del partido demócrata en la Cámara.
El comité de la campaña del partido demócrata para la Cámara recaudó más que su par republicano para 2014, un logro extremadamente inusual tratándose de un partido minoritario.
La ventaja de los demócratas mayormente se debe a su infraestructura online de recaudación de fondos superior, pero esto no ayudó a contener el empuje de los republicanos.
Básicamente, esto no sirvió de nada, dijo Wasserman.
El aumento de la mayoría republicana afianzará la posición de John Boehner como orador, a pesar de sus esfuerzos por dirigir su bloque con orientación al Tea Party desde su asunción en 2010.
La línea dura de los republicanos contra Obama, y contra los moderados de su propio partido, ha sido uno de los principales impulsores de la disfunción del Congreso en los últimos años.
Pero si los republicanos asumen el control del Senado, y una mayoría más sólida en la Cámara, el partido podrá no solo imponer condiciones a la Casa Blanca, sino que además demostrará su propia destreza de gobernación.
Es un mensaje que los republicanos han intentado transmitir en un esfuerzo por ampliar la base de votación del partido.
En un discurso en un acto de campaña durante el fin de semana, Kevin McCarthy, el líder de la mayoría, dijo que si el partido no demostraba que podía gobernar, en 2016 no habría un presidente republicano.
Los republicanos precisan ganar seis bancas para lograr el control del Senado compuesto por 100 bancas. Un agregado de encuestas de opinión sugiere que los republicanos llevan ventaja en ocho bancas demócratas, pero están peleando para evitar dos pérdidas, en Georgia y Kansas.
Una escasa mayoría en el Senado no significa control absoluto, ya que la mayoría de las legislaciones requieren una diferencia de 60 votos. Pero podría ayudar a que ambas cámaras del Congreso trabajen más estrechamente.











