
Los consumidores tienen más poder adquisitivo, pero menos tiempo para cocinar: la receta perfecta para que los locales de comidas rápidas se expandan en China, donde las cadenas occidentales y asiáticas se disputan el mayor apetito por comer en restaurantes.
En las urbanizaciones de China, los precios altos de las propiedades, el tiempo que se tarda en viajar hasta el trabajo, las agotadoras jornadas laborales, la tardía edad en que los habitantes contraen matrimonio y las familias más chicas son todos factores que influyen para que suba el consumo de fast food.
Ese sector en el país registra un crecimiento anual de dos dígitos desde 2003, pero aún su tamaño es la mitad del mercado estadounidense, señaló AlixPartners, una consultora en China. Se estima que la industria, que movió cerca de u$s 303.000 millones en 2009, para 2014 se habrá expandido 50%.
Las cadenas multinacionales, como KFC y McDonalds, desembarcaron temprano y lograron dominar el mercado de las comidas rápidas occidentales.
Yum Brands, el grupo estadounidense dueño de la cadena KFC, abre todos los días al menos un restaurante nuevo en China. Y cuenta que por primera vez en 2010 obtuvo mayor ganancia operativa en China que en Estados Unidos.
Yum estima que pronto tendrá una participación de mercado que triplicará la de su rival más cercano, pero McDonalds está haciendo fuertes inversiones para alcanzarlo. El grupo de hamburgueserías de Estados Unidos tardó dos décadas en abrir mil restaurantes en China, pero espera tardar sólo cuatro años en llegar a los 2.000 locales.
McDonalds hasta ofrece entrega a domicilio en China. Y ahora, que el gigante oriental posee el mercado automotor más grande del mundo, la cadena planea diseñar sus nuevos restaurantes para que los consumidores puedan recibir sus pedidos de comida directamente en sus vehículos.
Pero la batalla por los estómagos de China abarca más que el pollo frito y los Big Macs. Gracias en parte al ingreso de capital de riesgo y fondos de private equity en los últimos años, las cadenas de comidas rápidas asiáticas son cada vez más competitivas.











