
La familia Hermès prometió ayer mantener la independencia de Hermès International cuando anunció la creación de un holding familar valuado en 12.000 millones de euros y dueño del 50,2% del grupo francés de artículos de lujo.
La compañía, famosa por sus chalinas de seda y carteras hechas a mano, señaló que la nueva estructura es una respuesta al “ataque” del año pasado perpetradao por LMHV, el conglomerado del sector de lujo encabezado por el multimillonariao Bernard Arnault.
LVMH, dueña de las marcas de lujo Christian Dior, Kenzo y Guerlain, sorprendió en octubre de 2010 al informar que estaba en posesión del 17% de Hermès, lo que dio inicio al contragolpe proveniente de su rival más chico en ventas. Hermès reiteró ayer que la creación del holding demuestra la unidad de la familia en su intento por “preservar su valor y cultura”.
La familia Hermès, que es propietaria del 73% del capital, buscó la manera de contrarrestar a Arnault, que elevó su participación a 21,4%.
Arnault asegura que no busca tomar el control de Hermès, sino que quiere ser garante de la cultura de la marca Hermès.
Hermès se protege de compras hostiles por medio de su estructura societaria, ya que es una sociedad encomandita por acciones, que le otorga el control del management a la familia.
Sin embargo, el holding familiar, conocido informalmente como H51, también otorgará a la familia el control de su capital porque los miembros tienen el derecho de preferencia en las ventas de acciones.
Todos los miembros de la familia, que suman 72 personas, colocaron sus acciones en el holding, a excepción de su mayor accionista, Nicolas Puech, el hermano de Bertrand Puech, presidente de Emile Hermès, la sociedad que controla Hermès International. Se dijo que Nicolas Puech, que es dueño delo 6% y nunca vendió sus acciones, quiere colocarlas en una fundación.













