
Hace tan solo un año, la mayor preocupación de Brasil era la guerra de divisas, un tsunami de fondos internacionales que se creía que amenazaba con inundar su mercado financiero y el de otros países emergentes.
Ahora, las tasas de interés brasileñas bajaron tanto que, en un drástico giro, los propios fondos de pensión del país están mirando hacia el extranjero. Si bien sus primeras inversiones offshore no representarán nada parecido a un tsunami, marca el inicio de lo que podría ser un importante avance en la evolución de la industria financiera de Brasil.
Las administradoras de activos globales, bancos de inversión y fondos internacionales de private equity están inundando los fondos de pensión brasileños en un intento por obtener una porción de potenciales flujos que salen del país, estimados entre u$s 25.000 y u$s 45.000 millones.
Los fondos de pensión están muy interesados en hacer este tipo de diversificación porque tienen metas actuariales muy duras, aclaró Carlos Massaru Takahashi, CEO de la administradora de fondos brasileña BB Gestão de Recursos DTVM, que maneja activos por más de 400.000 millones de reales. Probablemente esa inversión se produzca este semestre, comentó
Los fondos de pensión brasileños no sólo buscan los mayores retornos ofrecidos por los mercados desarrollados como Estados Unidos, también quieren ampliar las carteras concentradas en bonos del gobierno y acciones locales.
En parte se trata de una búsqueda de retornos, que seguirá siendo nuestro objetivo, pero también se trata de una diversificación global desde la perspectiva de la gestión de riesgos, explicó Mauricio Wanderley, director de inversiones y finanzas de Valia, el fondo de pensión propiedad de Vale, la exportadora de mineral de hierro más grande del mundo.
El repentino avance hacia la diversificación marca un punto de inflexión en un país que hasta ahora evitaba el ingreso de fondos extranjeros mediante controles cambiarios y otras medidas defensivas.
Al gobierno de Brasil le preocupaba que flujos de dinero especulativo, impulsados por la política monetaria blanda en los mercados desarrollados, estuvieran elevando el tipo de cambio contra el dólar estadounidense y debilitando la competitividad de la industrial local.
Pero luego se produjo una histórica caída de la tasa de interés de referencia de Brasil, la Selic, de 12,5% a mediados de 2011 a 7,25%, su nivel más bajo de todos los tiempos. Al mismo tiempo fue de a poco subiendo la inflación, lo que redujo la tasa de interés real abruptamente.
A pesar de la caída de la tasa de interés de referencia de Brasil, actualmente muchos fondos de pensión brasileños todavía están obteniendo buenos retornos en el país.
El temor ahora es si éstos serán sostenibles en el futuro si las tasas de interés continúan con su tendencia a la baja.











