
Chrysler, la más pequeña de las tres grandes automotrices estadounidenses, informó que febrero fue el mes que más vendió en Estados Unidos desde la crisis financiera y el rescate del gobierno al sector.
Eso se debe al crecimiento de la demanda de autos que consumen menos combustible, como medida para achicar costos frente al alza de los precios de la nafta.
General Motors, Ford, Chrysler y Nissan superaron sus estimaciones, en gran parte también porque los norteamericanos están reemplazando unidades viejas que en general gastan más debido a combustible.
Las cifras de Chrysler son las mejores desde febrero de 2008. Las ventas en Estados Unidos subieron 40% con respecto al año pasado a 133.521 vehículos.
Las ventas de Ford treparon 14% a 179.119, mientras que las de GM superaron las proyecciones de caída y subieron 1,1% a 209.306 unidades. Nissan informó un incremento de 15% a 106.731 y Volkswagen, que apunta a duplicar su participación de mercado en Norteamérica en 2014, dijo que sus ventas saltaron 42,5% a 30.577.
Antes de conocerse los últimas números, las tres automotrices estadounidenses habían dado pronósticos optimistas. Ford calcula que este año venderá 15 millones de unidades, Chrysler proyectó 14.900 millones y GM, entre 14.500 y 14.900 millones.
La recuperación económica ha sido un factor que influyó en el aumento de ventas este año, según analistas y ejecutivos del sector. La economía subyacente está más sólida de lo que previmos, señaló Don Johnson, vicepresidente de ventas estadounidense en GM.











