
Es una lista variada: una de las mejores cantantes de soul en el mundo; un autor de best-sellers, un basquetbolista profesional, arquitectos, artistas, abogados, jubilados y financistas.
El registro de individuos que "eligieron expatriarse", tal como lo expresa Estados Unidos, muestra un incremento en la cantidad de norteamericanos que renuncian a su ciudadanía estadounidense o devolvuelven su green card. La cantidad de 3.415 del año pasado marcó un récord, si bien las cifras son mínimas especialmente si se las compara con el número de ciudadanías que se otorgan, cerca de 780.000 en 2013. Pero lo importante es que se multiplicó por diez desde 2008.
Quienes prefieren ya no ser ciudadanos norteamericanos recalcan que es una decisión irreversible que toman mayormente con reticencia. Marilyn Ginsberg, una profesora universitaria jubilada que vive en Canadá desde los 26 años, contó que lloró cuando le tomaron juramento para la renuncia desde Quebec el año pasado. Pensó en su infancia en Colorado y en sus ancestros que navegaron desde Europa hasta Kentucky en 1848. "Fue muy emotivo. Pensé: ¿por qué estoy haciendo esto?". Contó que el motivo fue el régimen fiscal estadounidense.
El sistema tributario norteamericano es cada vez más una razón para renunciar a la ciudadanía de Estados Unidos, no sólo por el monto que se deben pagar, sino también por lo dificultosas que son las declaraciones de impuestos.
En muchos países, el régimen tributario tiene rarezas, incluso en el Reino Unido, donde sus normas para los llamados non-dom (personas físicas residentes pero no domiciliadas en el Reino Unido) permiten a los británicos que viven en el exterior mantener sus ingresos offshore sin tributar. Pero el sistema impositivo de Estados Unidos es particularmente inusual. Ningún otro país industrializado grava a sus ciudadanos sin importar dónde viven.
Las razones para cortar lazos con Estados Unidos incluyen ambiciones políticas en otros lugares y la prohibición de tener doble ciudadanía en algunos países. Expatriados como Tina Turner que hace tiempo que reside en Suiza y en 2013 cambió la ciudadanía norteamericana por la suiza no suelen comentar sobre esa decisión, apenas recalcan su cariño por su hogar de adopción.
Quienes devuelven sus pasaportes tienen la posibilidad de hacer grandes ahorros tributarios, aún cuando para renunciar deben primero ponerse al día con su situación impositiva y potencialmente pagar tasas de salida si tienen altos ingresos, o si son dueños de activos superiores a u$s 2 millones.
Pero el ahorro fiscal rara vez se menciona como motivo, especialmente porque admitir eso podría ser usado para impedir su ingreso a EE.UU. en el futuro.
Cuando Eduardo Saverin, uno de los fundadores de Facebook, renunció a su ciudadanía estadounidense en 2012 y se mudó a Singapur, su vocero negó que el traslado tuviera que ver con cuestiones impositivas. Algunos expertos en temas tributarios habían especulado con que en su caso el ahorro sería de decenas de millones de dólares.
Pero para algunas personas es la complejidad del régimen impositivo norteamericano lo que los lleva a ya no querer ser ciudadanos estadounidenses, según Nina Olson, la Defensora Nacional del Contribuyente. "Para algunos contribuyentes norteamericanos en el exterior, los requisitos son tan confusos y la carga fiscal es tan grande que renuncian".
Los problemas se intensificaron desde 2009, cuando los escándalos por evasión impositiva offshore llevaron a la aplicación de medidas drásticas contra los norteamericanos con cuentas bancarias en el exterior. La principal iniciativa la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras de 2010 desde fines de marzo pasado obliga a las instituciones financieras extranjeras a suministrar los detalles de las cuentas de norteamericanos con saldos superiores a u$s 50.000.
También generó temor entre los siete millones de estadounidenses que viven y trabajan en el extranjero, la gran mayoría de los cuales no conocían o simplemente ignoraban las normas tributarias. Los costos que implican la presentación de la declaración de impuestos son elevados porque hay que pagar miles de dólares a profesionales, aún cuando no haya que pagar gravamen alguno.











