
China ignoró los temores relacionados con el pesimismo económico global y terminó 2012 con una recuperación en las exportaciones e importaciones, lo que evidencia el crecimiento más sólido en el país y en el exterior.
Sin embargo, algunos analistas advierten que el repunte podría pronto desvanecerse, si bien Beijing informó que era cautelosamente optimista de que el panorama mejoraría aún más.
La robusta demanda proveniente de Estados Unidos y Europa benefició a los exportadores chinos en diciembre, pero las cifras de todo el año indican que China disminuyó gradualmente su dependencia de las exportaciones hacia las economías desarrolladas. Eso se debe a que el gobierno avanzó en su estrategia de diversificarse hacia los mercados emergentes. El destino que más creció para las exportaciones chinas fue el sudeste asiático, que treparon un 20% en 2012.
Las ventas al exterior subieron 14,1% en diciembre comparado con el mismo mes de 2011. Fue el mayor crecimiento en siete meses y mucho mayor al 2,9% de noviembre. Las importaciones aumentaron 6% en diciembre respecto de mismo mes de 2011, después de haber permanecido planchadas en noviembre. Ambas cifras superaron la mayoría de los pronósticos.
China obtuvo un superávit comercial de u$s 31.600 millones, comparado con los u$s 19.600 millones de noviembre. En todo 2012, el gigante asiático obtuvo un excedente de cuenta corriente de u$s 231.000 millones, más del 50% superior al año anterior. De esa manera frenó la seguidilla de tres años con caídas anuales.
Esto reconfirma el impulso económico del cuarto trimestre, señaló Shuang Ding, economista del Citi. La brecha entre exportaciones e importaciones indica que las ventas netas constituyen un importante aporte al PBI.
Se calcula que la economía china registró un crecimiento de 8% en el cuarto trimestre del año pasado. El rebote llega después de siete períodos consecutivos de desaceleración. La cifra de expansión de todo el año podría ser la más baja en más de una década.
El mayor superávit comercial brinda una importante fuente de crecimiento para la economía china, que se vio perjudicada por la contracción en la demanda externa desde que estalló la crisis financiera mundial en 2008. También señala que los mercados de exportación clave para el país asiático, incluyendo Estados Unidos y Europa, a fines de 2012 tuvieron un período levemente más estable.
Los analistas sostienen que el menor incremento de las importaciones comparado con las exportaciones indica que los grupos chinos todavía se están arreglando con los grandes inventarios, especialmente de materias primas. Pese al menor aumento, China informó cifras anuales pico en las importaciones de cobre, petróleo y mineral de hierro.











