
Durante décadas de comunismo, en China comprar un auto era un sueño imposible. Ahora que lograron cumplirlo, millones de chinos soportan todos los días grandes congestiones de tránsito y altos niveles de polución
El país, donde el fin de semana comenzó la Feria de Autos de Shanghai Auto Show, es el mayor mercado automotriz del mundo y está pagando el precio de eso. Con más de la mitad de todos los chinos viviendo en ciudades, el smog y el caótico tránsito son temas políticos importantes. Hasta lavar esos vehículos está intensificando la escasez de agua del país.
Algunas ciudades incluso están pensando lo impensable: toman medidas para que China vuelva a sus raíces de nación de ciclistas.
Hace diez años, todos soñaban con tener un auto. Pero luego de cumplir ese sueño, se dieron cuenta de que éste causaba muchos problemas, dijo Dong Hongzhao del programa de Inteligencia del Sistema de Tráfico de la Universidad Tecnológica de Zhejiang.
Hangzhou, donde vive y trabaja Dong, cuenta con el sistema de alquiler de bicicletas público más grande del mundo. Con puestos para arrendar cada 300 metros en la zona céntrica, aplicaciones móviles que le dicen a los usuarios dónde encontrar la bicicleta más cercana, el plan es utilizado diariamente por 400.000 personas.











