El auditor jefe del organismo rector del fútbol mundial dio a conocer sus propias propuestas para terminar con la corrupción. Domenico Scala, que preside el comité de auditoría de la FIFA, haría una reestructuración del comité ejecutivo, fijaría límites a los mandatos de los altos ejecutivos y achicaría las confederaciones regionales que representan el deporte en los diferentes continentes. Scala también sostiene que la FIFA debería considerar acciones legales contra los ex ejecutivos reclamándoles daños y perjuicios por las pérdidas financieras y el perjuicio a la reputación que sufrió el organismo.

Las propuestas representan un desafío directo para el comité de reformas anunciado en julio por Sepp Blatter, que dijo que en febrero renuncia como presidente después de más de 40 años en la organización.

El comité de reformas oficial, dominado por representantes de las confederaciones, todavía tiene que discutir propuestas concretas. Prometió sólo una "actualización preliminar" de su trabajo para el próximo encuentro del comité ejecutivo de la FIFA que se realizará este mes en Zurich.

El informe también presiona sobre los candidatos a suceder a Blatter. Scala advierte que en el caso de que las medidas de reforma fueran inadecuadas a su parecer, lo hará saber. "Diré cúal es mi opinión, y la hará pública", dijo a los periodistas.

La FIFA quedó conmocionado en mayo tras el arresto de siete ejecutivos en Zurich y denuncias estadounidenses de que éstos cobraron coimas por más de u$s 150 millones participando de una red de "corrupción desenfrenada y sistémica". Seis todavía esperan decisiones sobre su extradición a los Estados Unidos. Las autoridades suizas también están investigando las votaciones que otorgaron las Copas Mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Qatar.

Scala, ex director financiero del grupo de agronegocios suizo Syngenta, asegura que los problemas de la FIFA provienen de las redes de "amigos" y de los miembros del comité ejecutivo que también son figuras de peso en las confederaciones y asociaciones nacionales. "El comportamiento inadecuado de algunos, aunque ocurra "sólo" a nivel de confederación o nacional, tiene un tremendo impacto en la FIFA misma", afirma en su informe. Los últimos acontecimientos han demostrado "la considerable virulencia de estos riesgos". Scala propone que los miembros del comité ejecutivo y el presidente de la FIFA ejerzan sus cargos como máximo durante tres mandatos de cuatro años cada uno. Y que el organismo dé a conocer sus remuneraciones junto con información sobre sus ingresos provenientes de otra actividades relacionadas con el fútbol.