Las andanzas de Igor Sechin, el segundo hombre fuerte de Rusia

Al agregar a Igor Sechin, CEO de la petrolera estatal Rosneft, a la lista de funcionarios rusos sancionados, Estados Unidos apuntó a un hombre considerado el más poderoso de Rusia, después del mismo presidente Vladimir Putin.
Antiguo agente de la KGB, Sechin es miembro de la facción siloviki de la elite rusa, los militares ex secretos de línea dura que se asocian con la expansión del rol del estado en la economía durante la última década.
En particular, se considera que está íntimamente vinculado con la desaparición de Yukos, la petrolera manejada por Mikhail Khodorkovsky, gran parte de la cual luego se incorporó en Rosneft.
Pavel Durov, el fundador de la red social rusa VKontakte, quien la semana pasada perdió su trabajo como director de la misma luego de rehusarse a entregar datos a los servicios de seguridad rusos, el lunes elogió las sanciones. En una publicación en Facebook, Durov describió a Sechin como 'un ex agente de la KGB cuyo hobby actual es destruir grandes empresas rusas como Yukos y VKontakte'.
Sechin es uno de los aliados más antiguos de Putin. Trabajó como jefe de personal para Putin cuando era vicealcalde de San Petersburgo en la década de 1990. Y cuando Putin fue elegido presidente, Sechin pasó a ser vicejefe de la administración presidencial.
'Sechin ha demostrado una lealtad sin fisuras a Vladimir Putin -un componente clave de su posición actual-', afirmó el Tesoro de Estados Unidos el lunes en su explicación de la nueva ronda de sanciones.
En los comienzos de la presidencia de Putin, el rol de Sechin transcurría mayormente detrás de los escenarios. En un cable de la diplomacia de Estados Unidos publicado por WikiLeaks se afirma que Sechin era 'tan enigmático que se hacían chistes de que quizás en realidad no existía, sino que era una especie de mito urbano, un hombre de la bolsa, inventado por el Kremlin para infundir temor'.
Desde entonces, ha salido de las sombras. Cuando Putin fue elegido primer ministro en 2008, Sechin asumió el cargo relativamente más público de viceprimer ministro. Luego, en 2012, cuando Putin volvió a la presidencia, Sechin asumió como director de Rosneft.
En apenas dos años, impulsó una expansión espectacularmente rápida de la empresa, incluyendo la adquisición en u$s 55.000 de TNK-BP, lo cual transformó a la empresa en la productora de petróleo que cotiza en bolsa más grande del mundo.
También se convirtió en una de las figuras más destacadas del estado ruso en la comunidad de negocios internacional, liderando las negociaciones destinadas a profundizar los lazos económicos con empresas occidentales importantes tales como ExxonMobil y Statoil, así como con países como China y Japón.
Según una encuesta de Forbes publicada el año pasado, Sechin era el director ejecutivo mejor pago de Rusia, con ingresos totales de u$s 50 millones por su labor en Rosneft. Sin embargo, no consta que tenga importantes activos fuera de Rusia. Tiene una participación de 0,13% en Rosneft por un valor de u$s 80 millones. Personas que trabajaron con Sechin sostienen que trabaja incansablemente, tiene un cronograma de viajes sumamente intenso y mantiene reuniones a toda hora del día y la noche. Maneja Rosneft con una mirada atenta al detalle y, en ocasiones, participa personalmente en la negociación de cargamentos de petróleo o cronogramas de reuniones, sostienen negociadores.

Traducción: Viviana L. Fernández

Las más leídas de Financial Times

Destacadas de hoy

Noticias de tu interés