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La histórica fábrica de Sargadelos, reconocida por su contribución a la cerámica gallega, ha anunciado el pasado 2 de abril el cese de sus operaciones en Cervo (Lugo). Esta decisión se produce después de que la Inspección de Trabajo y Seguridad Social detectara 36 deficiencias en materia de seguridad y salud laboral, imponiendo una multa de 5000 euros. Como resultado, alrededor de 200 trabajadores se ven afectados por el cierre de la planta.

Detalles de la sanción y reacción empresarial

La inspección identificó múltiples irregularidades, entre ellas, riesgos significativos para la salud de los empleados, como la exposición a sílice cristalina, un agente cancerígeno. Ante la imposibilidad de corregir estas deficiencias en el plazo establecido, Segismundo García, administrador único de Sargadelos, comunicó el cierre inmediato de la fábrica.

García expresó su frustración por las trabas burocráticas y la dificultad para cumplir con la normativa vigente, señalando que las instalaciones, al ser consideradas Bien de Interés Cultural (BIC), requieren permisos especiales para cualquier reforma.

Impacto en los trabajadores y respuesta sindical

La noticia tomó por sorpresa a los empleados, quienes al presentarse a sus puestos de trabajo encontraron las puertas cerradas. Representantes sindicales, como Comisiones Obreras (CCOO), calificaron la decisión de incomprensible, especialmente dado que la empresa había mostrado buenos resultados recientemente. CCOO enfatizó la importancia de respetar las normativas laborales y garantizar la seguridad de los trabajadores.

Perspectivas futuras y negociaciones en curso

Tras el anuncio del cierre, se han iniciado conversaciones entre la dirección de Sargadelos y las autoridades laborales para buscar una solución que permita reanudar la actividad y preservar los empleos.

La Xunta de Galicia ha intervenido en el conflicto, y el conselleiro de Emprego, José González, está en negociaciones directas con Segismundo García para encontrar una salida a la situación.

Mientras tanto, los trabajadores han sido informados de que no habrá despidos inmediatos y que se espera retomar la producción en la próxima semana.

La comunidad local y el sector cerámico permanecen atentos al desarrollo de los acontecimientos, esperando que las negociaciones conduzcan a una solución favorable tanto para la empresa como para sus empleados.