Tienes que visitar la iglesia más bonita de España: se encuentra en Sevilla y es una gozada para los sentidos
Esta joya arquitectónica de Sevilla, restaurada tras años de cierre, es un testimonio vivo de la historia y el arte.
La Iglesia de Santa Catalina, ubicada en el corazón de Sevilla, es una parada obligatoria para los amantes de la arquitectura y la historia. Este templo gótico-mudéjar, construido en el siglo XIV y declarado Monumento Nacional en 1912, ha sido el testigo silencioso de la evolución de Sevilla a lo largo de los siglos. La iglesia, que originalmente se erigió sobre los restos de una mezquita y conserva elementos visigóticos y romanos, refleja la rica mezcla cultural de la ciudad.
El templo cuenta con tres naves, un impresionante techo de artesonado de madera en estilo mudéjar y un altar mayor barroco del siglo XVII dedicado a Santa Catalina. Las capillas de la Exaltación y la Sacramental, esta última una joya del barroco diseñada por Leonardo de Figueroa, añaden un valor incalculable al conjunto.
Tras años de restauración (entre 2004 y 2018), la iglesia reabrió sus puertas, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de explorar su interior y descubrir tesoros artísticos como retablos, pinturas y esculturas de famosos artistas. La visita guiada no solo permite acceder a zonas habitualmente restringidas, como el Coro alto, la Cripta con restos arqueológicos de tres civilizaciones y la Torre con vistas panorámicas de Sevilla, sino que también revela las leyendas y curiosidades que hacen de Santa Catalina un lugar único.
Para quienes buscan una experiencia completa, la iglesia de Santa Catalina ofrece visitas guiadas que incluyen acceso a zonas exclusivas, como el Coro alto, la Cripta y la Torre, brindando así una visión completa de su riqueza histórica y artística. Estas visitas se enriquecen con equipos de radioguiado para asegurar que todos los asistentes puedan seguir las explicaciones del guía.
Una buena opción es realizar la llamativa visita nocturna al lugar, que tiene un precio de 13 euros por persona, e incluye la entrada al monumento, cuyo valor es de 3 euros. La duración total de la visita es de aproximadamente 90 minutos.
La Iglesia de Santa Catalina no solo es un monumento imprescindible por su belleza arquitectónica y su significado histórico, sino también por las historias y leyendas que alberga. Este templo se presenta como una experiencia inolvidable para quienes desean sumergirse en el pasado medieval y barroco de Sevilla.