La encantadora ciudad aragonesa que es un destino ideal para escapar de la rutina: tiene rincones de ensueño y la mejor gastronomía
Una ciudad donde la historia y la naturaleza se unen para sorprender a cada visitante. Qué se debe visitar para hacer una escapada inolvidable.
España cuenta con un gran número de opciones a la hora de elegir el destino para una escapada. A lo largo y a lo ancho del territorio se pueden encontrar lugares que permiten desconectar de la rutina diaria. Entre ellos se destaca Huesca.
Capital de la provincia homónima, esta ciudad ofrece una combinación única de patrimonio histórico y belleza natural. Aunque muchas veces es solo una parada de camino a los Pirineos, tiene mucho que ofrecer para quienes deciden detenerse y conocerla a fondo.
Patrimonio histórico y arquitectura en el casco antiguo
El casco histórico de Huesca es un recorrido obligado para cualquier visitante. Uno de los principales monumentos es la Catedral de Huesca, una joya del gótico construida entre los siglos XIII y XIV. Situada en la Plaza de la Catedral, su fachada y el interior dejan una impresión duradera.
A pocos metros se encuentra la iglesia de San Pedro el Viejo, un magnífico templo románico donde reposan los restos de reyes aragoneses, como Alfonso I El Batallador.
No muy lejos, en la Plaza de Navarra, el visitante puede admirar el Círculo Oscense, también conocido como el Casino de Huesca. Este edificio modernista es un lugar de gran relevancia cultural y social, y su fachada blanca es un referente arquitectónico en la ciudad.
Naturaleza y tranquilidad en el medio de la ciudad
Para quienes buscan un respiro, el Parque Miguel Servet es el lugar ideal. Es el parque más grande de la ciudad y destaca no solo por su vegetación, sino también por esculturas como las Pajaritas, diseñadas por el célebre artista Ramón Acín. Este espacio es perfecto para desconectar en medio de la naturaleza sin salir de la ciudad.
A pocos kilómetros de Huesca se encuentra uno de los castillos románicos más importantes de España: el Castillo de Loarre. Construido en el siglo XI, su excelente estado de conservación lo convierte en una visita imprescindible, con vistas espectaculares a la Hoya de Huesca.
Cultura local y gastronomía
La gastronomía de Huesca es otro de sus grandes atractivos. En el casco antiguo abundan bares de tapas donde es posible disfrutar de platos típicos de la región, como el ternasco de Aragón o las migas.
Si la visita coincide con las Fiestas de San Lorenzo en agosto, el visitante tendrá la oportunidad de experimentar una de las celebraciones más importantes de la ciudad, con desfiles, música y eventos que animan cada rincón.
Cómo llegar a Huesca desde Zaragoza
- Tomar N-330 hacia A-23 en Villanueva de Gállego.
- Seguir por A-23 hacia Av. de Martínez de Velasco/N-330 en Huesca.
- Coger la salida 357 de A-23.
La distancia es de 74 km y el tiempo de viaje es de menos de una hora.