Es argentino, exfutbolista y montó en Mallorca el restaurante que eligió Scaloni: esta es su historia
Lucas Aveldaño es argentino y jugó al fútbol profesional hasta hace poco tiempo. En los últimos años se inició como empresario gastronómico en Mallorca, en donde vive, y recibió la visita de Lionel Scaloni, el director técnico campeón del mundo.
"El esfuerzo que hay detrás es enorme. No tenemos días libres, te tiene que apasionar". El argentino Lucas Aveldaño podría tranquilamente referirse al fútbol y al fervor con el que los jugadores profesionales transitan su carrera, como ocurre en España. Sin embargo, un poco más alejado de ese lugar, habla como empresario gastronómico, a lo que se dedica desde hace varios años.
El exfutbolista, radicado en Palma de Mallorca, se ha introducido de lleno en el negocio, y encabeza en sociedad la dirección de tres restaurantes en la zona. Hace solo semanas, se ha dado el lujo de recibir a Lionel Scaloni, el DT campeón del mundo, como comensal, y su foto recorrió el planeta. "Me explotó el teléfono después".
En diálogo con El Cronista, Aveldaño cuenta cómo ha sido su experiencia como inversor y por qué elige España para vivir y trabajar.
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"No tenemos una relación de amistad", aclara Aveldaño, nacido en la provincia argentina de Santa Fe. En 2015, cuando fichó para el Mallorca de España, Scaloni se acercó para ofrecerse, como compatriota y colega, para "dar una mano" en lo que necesitara. "Intercambiamos ahí los primeros mensajes", recuerda.
Si bien no llevan una relación cercana, se han mantenido asiduamente en contacto, y fue el lazo necesario para que Scaloni visitara dos veces sus restaurantes. "No habíamos hablado hasta que pasó lo del papá, que falleció. Ahí le mandé un mensajito y me agradeció, y se tomó la molestia de contestarme también cuando salieron campeones de la Copa América con la selección", dice.
Al encontrarse en el torneo ATP en Mallorca, lo invitó a conocer Shaka, el primer local que montó, ubicado en una plaza gastronómica de la ciudad. "Vino un mes antes del mundial, con la mujer y los hijos. Yo le había dicho que después quería que conociera Entre Pinsas, el último que abrimos, y para las fiestas me avisó que iba a ir a comer. Pasaron tres o cuatro días y cayó al local con la familia", detalla.
Desde entonces, le "explotó el teléfono", asegura. Es que la revolución que ha generado el campeonato obtenido por la Argentina, de la mano de la figura de Lionel Messi, y del técnico, en España también se ha sentido fuerte. "Hasta ahora mucha gente me sigue mandado mensajes para ver si puedo conseguirles saludos", dice.
Una historia de vida ligada a la gastronomía
"Siempre pasan cosas. Desde la cocina, que se rompa un lavavajillas, el sistema, un toldo, siempre pasa algo", reitera. "Con un restaurante ya pasan cosas, con tres no tenemos días libres ni horario fijo, puede pasar algo a la mañana o a última hora, o durante el servicio", se explaya al describir la labor que no se ve, de quienes llevan adelante un comercio gastronómico.
Por supuesto, en el caso de Aveldaño, el trabajo fue elegido y lo lleva adelante con pasión y entusiasmo. Es que, según considera, de no haber sido futbolista, se hubiera dedicado a la cocina en cualquier aspecto.
"Nunca estudié, pero siempre me gustó la cocina, desde chico. Seguramente me hubiese dedicado si no hubiera jugado al fútbol", cuenta el ex Racing y Belgrano de Córdoba. "Más que nada por herencia, a mi madre siempre le gustó, estudió y se recibió de chef de grande; su sueño era tener un restaurante. Mi bisabuela italiana cocinaba increíble también", agrega.
Con los años, pasó de experimentar y probar recetas puertas adentro, a iniciarse en el negocio gastronómico, codo a codo con un amigo. "Yo tenía claro que una vez que dejara el fútbol iba a invertir en gastronomía, y al final se me dio antes", indica. "Tengo a mi socio acá, que es amigo mío de Rafaela (ciudad santafecina en la que nació), es chef y ya estaba instalado en Mallorca. Después de muchos años de no vernos, le conté cuál era mi idea y en 2019 se nos da la posibilidad de abrir un restaurante. Él dejo su trabajo y nos metimos de lleno", cuenta.
En ese entonces, si bien continuaba desempeñándose como futbolista profesional, el camino estaba marcado. Y, según su propio relato, el pasaje ocurrió de forma natural. "Fue una cuestión que se dio sin pensarlo, porque jugué hasta el año pasado, y ya estaba en la rueda de los restaurantes. Ya no quería estar lejos. Me llegaban ofertas de fútbol, pero las iba pateando y poniendo cada vez más filtros, hasta que tomé la decisión en mi cabeza. Dije 'me quedo acá, porque sino, es retroceder lo que habíamos logrado'", expresa.
Sin embargo, algo así como si lo tuviera en el ADN, Aveldaño no se ha alejado del deporte ni del fútbol. Al dejar la actividad profesional, comenzó a correr trail running y continuó jugando, hasta hace poco en un club de fútbol amateur, Aldosivi de Mallorca.
Los restaurantes de Lucas Aveldaño en Mallorca
Actualmente, cuentan con Shaka, cuya carta ofrece platos de fusión asiática mediterránea, de concepto amplio, con barra de coctelería variada; Maleva, de carnes, "no es la típica parrillada argentina, pero hay cortes premium, con leña, carne madurada, tiene que ver con nuestras raíces".
Y el más reciente, Entre Pinsas, que abrieron hace 6 meses, hace alusión y homenaje los antepasados italianos. Allí, el producto estrella y del que toma el nombre es una variante de la pizza tradicional italiana, llamada Pinsa.
"Se hace con mezcla de tres harinas, la masa es más aireada, crujiente, estilo focaccia, es un concepto novedoso que todavía no explotó", detalla. "Es de origen romano. Al ser una masa rígida permite ponerle lo que quieras arriba y no se dobla, es más saludable, el 80% es agua, es una locura", resume.