La inminente ampliación de capital de 150 millones de euros puede salvar a OHLA
La compañía fundada por Juan Miguel Villar Mir necesita de manera imperiosa aprobar una ampliación capital, cerrar un acuerdo con bonistas y concluir una negociación muy dura con la banca.
Horas de infarto para la constructora OHLA. La compañía fundada por Juan Miguel Villar Mir, bajo la denominación OHL, y en su momento una de las campeonas nacionales del sector, se debate entre la vida y la muerte.
Y no en sentido figurado: necesita de manera imperiosa aprobar una ampliación capital por 150 millones de euros, cerrar un acuerdo con bonistas y concluir una negociación muy dura con la banca, mientras espera el ingreso al capital de un inversor.
El resultado de este abanico de obligaciones provoca una fuerte volatilidad en el valor de la empresa. En tanto, sus accionistas tienen la sensación de estar sentados en un columpio ya que suben y bajan con notable rapidez sesión tras sesión.
El viernes pasado, y ante el posible fracaso de la ampliación de capital de 150 millones de euros que negocian un grupo de inversores, revés que podría producirse debido a las fuertes exigencias de la banca, la acción de la constructora cayó 5,69%, hasta 0,28 euros, marcando su mínimo histórico. Hoy lunes, los títulos experimentan una brutal subida, que al inicio de la sesión alcanzó un 10%.
Este giro se explica porque se conoció que nuevos inversores liderados por José Elías, propietario de Audax Renovables y La Sirena, están negociando las condiciones de su entrada en el capital de OHLA con los bancos acreedores y los bonistas.
Lo cierto es que la constructora debe atender varios frentes a la vez para salir del atolladero en el que se encuentra. Las malas noticias que la metieron en el lío llegaron con la presentación de resultados correspondientes al primer semestre de 2024, ejercicio que cerró con pérdidas de 34,2 millones de euros, cuando en los primeros seis meses del año anterior la compañía obtuvo 600.000 euros de beneficios.
Para colmo, la volatilidad de los mercados internacionales, principalmente en Colombia, Chile y Perú, donde la empresa posee una importante presencia, agravó la situación financiera de la constructora y dificultó la posibilidad de cumplir con los vencimientos de deuda de corto plazo.
Instalada en este escenario, OHLA, cuyo accionista mayoritario (26% del capital) desde 2020 es la familia mexicana Amodio, solicitó la ampliación de capital por 150 millones de euros. La necesidad de hacer frente a los próximos vencimientos de deuda es el principal motivo que llevó a la constructora a dar este paso. El desglose del pasivo nos muestra unos 60 millones de euros en créditos bancarios y otros 206 millones en bonos con vencimiento en marzo de 2025.
Búsqueda de acuerdo con bonistas y banca
Es en este contexto, cuando se conoció hoy la intención del propietario de Audax Renovables y La Sirena, junto con otros inversores, de ingresar a OHLA para lo que están inmersos en una negociación a dos bandas: con la banca y los bonistas. Vayamos por partes.
El pasado 10 de septiembre la constructora madrileña solicitó a los titulares de sus bonos el consentimiento para retrasar el pago del próximo cupón, mientras la empresa negocia la entrada de nuevos socios en su capital. La negociación con los bonistas tiene como eje la ampliación de capital, cuyo objetivo es amortizar gran parte de los bonos emitidos por 400 millones de euros, como también extender el plazo de vencimiento.
El éxito del acuerdo con los bonistas es crucial porque en caso de fracasar éstos podrían capitalizar esos 400 millones de euros por acciones y, de esa manera, hacerse con el control de la compañía.
En cuanto a las conversaciones con la banca acreedora, éstas pasan por la liberalización de una línea de avales por valor de 140 millones de euros y la extensión de otra línea de 340 millones, necesarios para que OHLA pueda participar en nuevos concursos.
Sin embargo, el escollo que enfrentan la familia Amodio y José Elías es la dureza con la que los banqueros se sentaron a la mesa. Sucede que ellos ya proporcionaron flujos de dinero a la compañía en años anteriores, por lo que ahora exigen mayores garantías para abrir el grifo.
Con estos antecedentes, CaixaBank y Sabadell muestran muchas reticencias debido a la situación financiera de la constructora. Porque tienen dudas de que este sea el mejor momento para aportar capital a la empresa.
Aunque también es cierto que valoran positivamente los esfuerzos realizados por la familia Amodio para sacar a OHLA de la inquietante situación en la que se encuentra. En efecto, los mexicanos pusieron en marcha un plan de reestructuración que incluye la venta de activos no estratégicos y la reducción del pasivo.
La ampliación de capital, la carta salvadora
La cada vez más cercana ampliación de capital de 150 millones de euros provocó el repunte de la acción. Metida como está OHLA en negociaciones con los acreedores, la noticia del ingreso de José Elías al accionariado de la constructora produjo un cambio de humor en el mercado ya que sin esta ampliación de capital el futuro de la empresa pinta tan negro como corto, a pesar de que Caixabank y Sabadell no firmarán ningún acuerdo a ojos cerrados.
En concreto, en caso de tener éxito, la compañía podrá hacerse del dinero que le permitirá sortear los malos augurios que recaen sobre ella. Así, mientras la familia Amodio añadirá a los 100 millones de euros invertidos en la empresa desde su entrada al accionariado otros 26 millones, Elías, viejo conocido por su participación en el sector de las energías renovables, aportará 50 millones. A ellos los acompaña el mexicano Andrés Holzer, quien participa en el negocio con 25 millones de euros.
Si en algo coinciden los expertos que siguen el comportamiento de OHLA es que, hasta que no concluya la ampliación de capital, la volatilidad e incertidumbre sobre el futuro de la constructora continuará. Aunque más tenue, el fantasma de la quiebra sigue ahí.