

La producción de microchips se ha convertido en uno de los sectores estratégicos más disputados del mundo. Desde la inteligencia artificial hasta la industria automotriz, la demanda de componentes electrónicos de alto rendimiento crece a pasos agigantados. Y en ese contexto, España se prepara para dar un paso sin precedentes.
El Gobierno, a través de su brazo inversor tecnológico, la SEPI Digital, ha cerrado un acuerdo con Diamond Foundry, una empresa estadounidense especializada en diamantes sintéticos, para levantar en Trujillo (Cáceres) una fábrica de chips de última generación.
Según lo informado, la inversión total será de 2350 millones de euros y se prevé la creación de más de 2100 empleos, según adelantaron fuentes conocedoras de las negociaciones.

El Gobierno y una empresa de los Estados Unidos cierran un acuerdo histórico
La operación será llevada esta semana al Consejo de Ministros para su aprobación definitiva. De concretarse, se convertirá en la inversión más grande gestionada por la SEPI Digital hasta la fecha.
La sociedad estatal aportará 753 millones de euros procedentes del PERTE Chip, mientras que la empresa californiana, participada por personalidades como Leonardo DiCaprio y financiada por fondos como Fidelity, completará el resto del desembolso hasta 2029.
Se trata de un proyecto clave no solo por su tamaño, sino también por su carácter estratégico. La nueva planta será la primera en Europa en producir diamantes monocristalinos que sirvan como sustrato para chips de alto rendimiento.
Estos materiales, más sostenibles y eficientes que los tradicionales, son esenciales para tecnologías del futuro como la computación cuántica, la microelectrónica avanzada o los sistemas de defensa.
Tecnología de frontera con energía limpia
No es la primera vez que Diamond Foundry apuesta por España. Desde 2025 opera en Trujillo una planta que produce lingotes de diamante sintético para aplicaciones industriales. El nuevo complejo industrial, sin embargo, representa una ampliación cualitativa: se centrará en semiconductores, un mercado con enorme potencial y escasa competencia en el continente.
El modelo productivo elegido por la compañía también responde a criterios de sostenibilidad. La energía utilizada para fabricar los diamantes provendrá en su totalidad de fuentes renovables, suministradas por empresas como Iberdrola. “Este proyecto permite ubicar en España un centro único a nivel mundial”, señalan desde el entorno del Ministerio para la Transformación Digital. Las obras, además, tendrán impacto en una comarca que podría enfrentar dificultades laborales tras el eventual cierre de la central nuclear de Almaraz.
España se posiciona en la cadena global de chips
La llegada de una inversión de esta envergadura tiene implicaciones que van más allá del ámbito local. Con esta alianza, España refuerza su papel dentro de la cadena de valor global de los microchips, al tiempo que responde a uno de los objetivos estratégicos de la Unión Europea: reducir la dependencia tecnológica de potencias extranjeras.
“España contará con capacidades críticas que dotarán a Europa de más autonomía”, explican fuentes del Ejecutivo. El respaldo político ha sido clave en la operación. El ministro Óscar López se implicó personalmente en las negociaciones, que contaron con asesoría de firmas jurídicas como Garrigues o Gómez-Acebo & Pombo. Esta intervención directa refleja la prioridad que el Gobierno otorga al desarrollo del ecosistema tecnológico e industrial nacional.

Con este movimiento, la SEPI Digital no solo consolida su rol como motor de transformación, sino que acelera su actividad de inversión. Hasta ahora, había destinado recursos a empresas emergentes como Multiverse, Quantix o Wooptix. Pero este nuevo acuerdo, con una inyección de más de 750 millones, marca un cambio de escala.
El proyecto, además, fortalece la marca país y puede servir de modelo para atraer nuevas iniciativas. “Es una apuesta de país, de largo plazo, con visión estratégica”, destacan los interlocutores. España entra así en la carrera global por los chips con una jugada audaz que puede redefinir su perfil industrial.














